Los gases renovables se han convertido en soluciones imprescindibles para lograr una Europa descarbonizada en 2050. Son energías 100 % limpias, fomentan el desarrollo de una economía circular y pueden aportar flexibilidad y firmeza al sistema. Asimismo, tienen otro atributo de especial relevancia en el contexto actual: poder contribuir a la seguridad de suministro, favoreciendo el acoplamiento del sector gasista y el eléctrico.
Además del hidrógeno verde, el más popular de todos ellos y en el que España tiene un gran potencial, se encuentran el biogás y el biometano.
El biogás es un gas renovable cuyo origen está en los residuos, concretamente en la fracción orgánica de los residuos municipales, de las industrias agroalimentarias, de los lodos de depuración, los restos de cultivos y de las deyecciones ganaderas.
Resulta fundamental para avanzar hacia una economía sostenible y cuenta con un gran potencial para la descarbonización, ya que puede ser utilizado para producir electricidad y calor, sobre todo en entornos industriales en los que la electrificación no es posible. Su desarrollo permite que territorios e industrias produzcan una energía local, almacenable y limpia, con un impacto positivo en la economía y el empleo de las zonas rurales, favoreciendo a la vez una transición justa.
También, ya convertido en biometano, puede utilizarse como combustible en el transporte o inyectarlo en la red de gasoductos.
El biometano es una fuente de energía renovable, almacenable y transportable, que se produce mediante la purificación del biogás. Se puede transportar por las infraestructuras gasistas existentes y tiene múltiples usos energéticos en todos los sectores, incluidos los de difícil electrificación, por lo que contribuye al desarrollo de la economía circular y al proceso de descarbonización.
Además, permite la valorización energética de los residuos y fomenta una economía circular de toda la cadena de valor del residuo.
En España
Para Enagás, compañía de infraestructuras energéticas, el desarrollo de los gases renovables es esencial para contribuir a alcanzar la neutralidad en carbono en 2050 y para la descarbonización de su propia cadena de valor. Por ello, a través de su filial Enagás Renovable participa en proyectos de gases renovables que fomentan la creación de un mercado que actualmente se encuentra en sus etapas iniciales de desarrollo.
También considera que para su despliegue a gran escala, las infraestructuras gasistas existentes en España - formadas, entre otros, por más de 11.000 km de gasoductos- van a ser necesarias y se complementarán con otras nuevas para transportar los gases renovables.
Garantías para certificar su origen
Con el objetivo de potenciar la producción de energías renovables y ofrecer una mayor transparencia en este incipiente mercado, se han puesto en marcha las garantías de origen para los gases renovables, que ya existían desde 2007 para el mercado de la electricidad.
Las garantías de origen renovable para gases (hidrógeno, biogás y biometano) aportan información clave sobre el tipo de gas renovable producido, dónde, cuándo y cómo se produce, además de la fuente de energía renovable utilizada. De esta forma, mediante la emisión de un certificado electrónico que acredita el carácter renovable de la energía, se puede demostrar al consumidor final que dicha energía se ha obtenido a partir de fuentes limpias.
Este sistema de garantías para los gases renovables se pondrá en marcha en breve. Según lo establecido por el Plan +SE (Plan Más Seguridad Energética), el registro de usuarios e instalaciones de producción estará habilitado este mes de enero y la expedición de garantías de origen en marzo de 2023.
Enagás GTS como Gestor Técnico del Sistema Gasista es de manera transitoria la entidad encargada de expedir las garantías de origen a las empresas productoras de gases renovables. También, de facilitar que puedan ser transferidas a suministradores y consumidores dando lugar a un mercado de certificados.