Para gestionar las emociones y los sesgos con el fin de alcanzar objetivos financieros adecuados es necesario ser consciente de cómo piensa nuestro cerebro y mejorar la formación financiera. Por ello, Cobas Asset Management ofrece herramientas a los inversores para su autoconocimiento en su personalidad y perfil de inversor.
Cobas Asset Management ha presentado el estudio sobre los resultados de su aplicación de psicología financiera, Brainvestor, la App de desarrollo del autoconocimiento y mejora de las habilidades de toma de decisiones en inversión, que ya cuenta con más de 2.500 descargas en dispositivos móviles. Las conclusiones recaban los datos desde su fecha de lanzamiento, el pasado 18 de Noviembre de 2021
El objetivo de Cobas AM es fomentar el conocimiento financiero y para ello han analizado las tendencias de inversión, las emociones a la hora de invertir y el nivel de conocimiento financiero de los usuarios de Brainvestor.
La presentación de este análisis del estudio de investigación en psicología financiera coincide con el lanzamiento de la nueva versión de la App Brainvestor que ofrece un programa de mentoring personalizado gratuito para profundizar en el aprendizaje y el crecimiento personal como inversor. Además, incluye mejoras que facilitan la usabilidad y la experiencia del usuario durante la navegación.
La investigación de los resultados analiza el perfil inversor de los usuarios y sus posibles sesgos cognitivos. El estudio recoge datos de 2.200 usuarios de los cuales el 90,6% son hombres en edades comprendidas entre los 35 y 55 años y el 63,8% son casados o en pareja y con hijos.
Análisis de tendencias de inversión
De acuerdo con el análisis de tendencia de inversión, ha destacado una mayor inclinación por los fondos de renta variable (55,3%) frente a los fondos indexados (23,8%) y los fondos mixtos (10,8%).
En análisis también ha observado que un 59,8% de los usuarios tiene un perfil de largo plazo (estiman que darán uso a su inversión a partir de 10 años) frente a un 27,3% que opta por el medio plazo (consideran que lo hará entre los próximos 5 y 10 años).
Por otra parte, el estudio señala que un 44,3% de la muestra destina más de un 50% de su patrimonio a inversiones. También, evidencia que los inversores que dedican más del 75% de su patrimonio a inversiones tienen una trayectoria de al menos 4 años invirtiendo en gestoras independientes y con una clara preferencia por fondos de renta variable.
El perfil del inversor
En el perfil de los inversores predomina un alto nivel en seguridad a la hora de tomar decisiones y con un buen autoconocimiento de su rol como inversor, lo cual indica que es un inversor que asume riesgos y los gestiona de manera más efectiva, así como una mayor capacidad de tener una mirada de inversión a largo plazo.
El factor tiempo a la hora de invertir es otro aspecto clave que nos indica que a mayor número de años (más de 10) invirtiendo en gestoras independientes presenta un aumento en el sesgo de exceso de confianza y un descenso en ilusión de control.
El perfil de inversor de renta fija es más conservador que el inversor de renta variable y muestra mayores niveles de impaciencia en relación con los sesgos de aversión a las pérdidas, efecto rebaño, autoridad, ilusión de control y coste hundido.
Por tanto, a mayor conocimiento financiero del inversor mayor asunción de riesgos, menor aversión a la pérdida y más tendencia a invertir a largo plazo y mayor porcentaje de inversión del propio patrimonio. Del mismo modo, presentan mayores niveles de seguridad a la hora de tomar decisiones y menos preocupaciones por temas menores.
Emociones a la hora de invertir
Las emociones influyen directamente en la toma de decisiones y en los sesgos de aversión, rebaño y confirmación.
Los inversores que sienten miedo o nerviosismo cuando están en pérdida dedican menos porcentaje de su patrimonio, no están dispuestos a asumir riesgos en sus inversiones y suelen invertir menos de tres años en un fondo de inversión. Además, se manifiestan más impulsivos y más impacientes.
Por el contrario, los inversores que sienten calma o tranquilidad, presentan valores más altos en la toma de decisiones y gestión emocional, así como presentan menores niveles de impaciencia e impulsividad.
Ante posibles caídas del mercado, los inversores que aprovecharían para invertir más dinero o se endeudarían son más optimistas, tienen un nivel de impaciencia menor que el resto y obtienen mejores valores en al toma de decisiones.
Se diferencia el perfil de cada inversor tomando como parámetros tres ejes y analizando la aversión a las pérdidas, la seguridad a la hora de tomar decisiones y la confianza que presenta en sí mismo.
El sentimiento ante la pérdida puede regularse, estadísticamente, aumentando la eficacia en la toma de decisiones, disminuyendo el nivel de impaciencia, disminuyendo el efecto rebaño y por supuesto, mejorando el sesgo de aversión.
Nivel de conocimiento financiero
La educación financiera apoya la mejora del perfil del inversor, ya que disminuiría el sesgo de aversión a la pérdida y rebaño y, aumentaría la seguridad en la toma de decisiones.
El análisis destaca que el perfil que tiende a ser más agresivo se caracteriza principalmente por ser capaz de no mostrarse inquieto ante las pérdidas y para él el riesgo supone una oportunidad.
En conclusión, los estados de ánimo y las emociones de los inversores influyen en la toma de decisiones, y a su vez, disminuye o potencia el desarrollo de los sesgos afectando a las decisiones financieras.