Es una de las principales empresas de hidrocarburos del mundo, es española, y ha presentado unos resultados extraordinarios. Repsol aumenta sus beneficios un 70% hasta los 4.251 millones de euros. Unos resultados que llegan en un ejercicio marcado por la incertidumbre y la volatilidad derivadas de la invasión de Ucrania por parte de Rusia. Además, ha aprovechado para anunciar más de 5.000 millones de euros en inversiones para este año 2023.
La gestión del capital en la compañía ha dado unos resultados extraordinarios pese al incremento de los inventarios en 2.000 millones de euros para garantizar el suministro o los más de 500 millones de euros en descuentos en las estaciones de servicio para hacer frente a la inflación y los problemas de sus clientes, transportistas, profesionales y particulares.
La remuneración al accionista es otro de los puntos destacados en la estrategia de Repsol y ésta ha vuelto a aumentar, en concreto un 11% más en el dividendo en efectivo. Anuncian, también, un nuevo programa de recompra en 2023, adicional a la amortización de 200 acciones llevada a cabo el año pasado. Por su fuera poco, ha aumentado un 9,4% la retribución media de los trabajadores en España, superando con creces la inflación y permitiendo a sus empleados no sólo mantener poder adquisitivo, sino subirlo, al contrario que la media de empleados en España donde la pérdida de salarios reales ha sido de media cerca del 6%, con una inflación media por encima del 8% y una subida de convenios en el 2,5%.
A todo esto hay que sumar que la generación de caja ha permitido que durante 2022 se reduzca la deuda neta un 61%.
Precisamente, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz, destacaba que estos resultados llegan gracias, entre otras cosas, a la conciencia de la compañía de "nuestra labor como servicio esencial para la sociedad". Añadía que "para nosotros siempre es prioritario cumplir con esa responsabilidad, que emerge con más importancia, si cabe, en momentos complicados como los que hemos vivido en los últimos años. Así, en 2022 nos esforzamos en garantizar el suministro, reducir el impacto de la crisis energética en nuestros clientes e invertir en el futuro industrial de España, a la vez que continuamos potenciando nuestro perfil como compañía multienergética y avanzando en la descarbonización".
Sin compensar pérdidas 2019-2020
Desde la compañía se muestran orgullosos de que, pese a los problemas que han atravesado durante este año 2022 con un mercado extraordinariamente volátil y el incremento de costes que han sufrido, la gestión del capital y la puesta en marcha del modelo de negocio integrado que indica el Plan Estratégivo 2021-2025 de la compañía, han conseguido un gran resultado para este 2022. Sin embargo, también reconocen que estos resultados, sumados a los de 2021, de 2.499 millones siguen sin alcnazar las pérdidas de los dos años precedentes, 2019-2020 y que ascendieron a 7.105 millones.
17.000 millones en impuestos
Frente a las críticas que desde la izquierda política lanzan contra las empresas energéticas y bancos por los resultados que están presentando, Repsol en 2022 ingresó en las arcas de la Hacienda española su mayor contribución de la historia del grupo con más de 12.000 millones de euros en impuestos. Éstos representan el 70% de la carga fiscal de la compañía que supera, en total los 17.000 millones. Con estos números Repsol se ha convertido en la empresa del Ibex 35 que más impuestos paga de España.
Y eso que el 70% de los beneficios que obtiene la compañía llegan de negocios internacionales. Es decir, que Repsol paga el 70% de los impuestos que tiene que satisfacer en España, de donde le llega el 30% del negocio.
Precios ¿caídos del cielo?
Siguiendo con los señalamientos que desde instancias políticas se hace al sector de los hidrocarburos, el consejero delegado de Repsol, Josu Jon Imaz matiza que "los precios energéticos se incrementan porque la demanda sube, a la vez que, contrario a lo que dictaría la lógica, se imponen dificultades a la producción de algunos productos energéticos. Los precios altos no son 'caídos del cielo', son consecuencia de las incorrectas decisiones adoptadas en Europa. "Considerar extraordinario un beneficio que se obtiene de un gran esfuerzo inversor y penalizarlo frente al que se dedica a importar productos de otros continentes sin crear un solo empleo industrial, es, además de injusto, incomprensible y perjudicial para la economía española", ha resaltado.
Según ha indicado, el debate social sobre los beneficios empresariales hay que ponerlo en contexto.
"Los mensajes populistas solo sirven para dificultar la actividad empresarial, provocar desconfianza en los inversores, reducir la inversión y la actividad económica, disminuir la recaudación de impuestos y poner en riesgo el empleo industrial. Frente a estos mensajes, Repsol apuesta por un camino de responsabilidad con la sociedad", ha señalado.