El Plan Industrial del Acuerdo Verde asegura que va a conseguir "el liderazgo tecnológico limpio de la UE". ¿Y cómo lo piensa hacer? Redistribuyendo y reubicando industrias verdes por toda la UE. Y con capacidad de planificación casi soviética por parte de la propia Administración europea.
La argumentación de esta pretensión viene del Parlamento Europeo. Los eurodiputados defienden que la UE debe ser "líder en tecnologías de energía limpia, mejorar su base industrial y producir empleos de alta calidad y crecimiento económico para alcanzar los objetivos del Acuerdo Verde".
Y dentro de esa estrategia se presenta el "Plan Industrial del Acuerdo Verde". Un plan de corte altamente intervencionista y planificador de economías nacionales que suena más a la época de Lenin que al libre mercado. Bruselas ha incluido una comunicación donde señala que los eurodiputados han pedido a la Comisión "que trabaje en planes para redistribuir, reubicar y reurbanizar industrias en Europa. Destacan la importancia de mejorar la fuerza de fabricación de la UE en tecnologías estratégicas como la energía solar y eólica, las bombas de calor y las baterías". Los eurodiputados han reclamado, además, "la ampliación y la mejora de la comercialización de las tecnologías estratégicas para cerrar la brecha entre la innovación y la implementación en el mercado. Según los eurodiputados, también se necesitan procedimientos de permisos rápidos y predecibles para establecer nuevos proyectos para desplegar fuentes de energía renovables lo más rápido posible".
Pero lo más llamativo es ese deseo de redistribuir, reubicar y reurbanizar industrias en Europa. Todo dirigido desde la UE y con el "objetivo general" de "asegurar el liderazgo europeo en tecnologías de energía limpia y mejorar la base industrial existente de Europa, al tiempo que se ayuda en su transformación para producir empleos de alta calidad y crecimiento económico para alcanzar los objetivos del Acuerdo Verde". Y es que, según los eurodiputados, "la UE debe tomar medidas para acelerar las capacidades de producción de energía asequible, segura y limpia destinada al uso de la industria y para aumentar el ahorro de energía y las medidas de eficiencia energética". Independientemente de los deseos de los países.
Los eurodiputados también "destacan la importancia del acceso seguro a las materias primas críticas para lograr las transformaciones ecológicas y digitales de la UE". Y diseñan con ese fin "un futuro fondo de soberanía europea" que evite "la fragmentación causada por los regímenes nacionales de ayuda estatal no coordinados y garantizar una respuesta efectiva a la crisis". Es decir, de nuevo, bajo decisión de la UE. "El fondo debería fortalecer la autonomía estratégica de la UE y las transiciones verdes y digitales, integrarse en el actual presupuesto a largo plazo de la UE y movilizar inversiones privadas", explica Bruselas. "Los eurodiputados se oponen firmemente a cualquier intento de flexibilizar las normas de ayuda estatal sin proporcionar una solución europea para todos los Estados miembros que no tienen grandes capacidades fiscales para financiar el apoyo masivo de la ayuda estatal", aclara la comunicación de Bruselas.