Un mes más, se confirma la tendencia negativa del mercado laboral, por más que el incremento de afiliados en un mes estacional como febrero crezca ligeramente, pero muy por debajo del crecimiento interanual del mes anterior y con una destrucción de empleo el último día del mes superior al incremento medio de afiliación mensual. De esa forma, podemos concluir lo siguiente:
El paro sube en febrero, cuando el año pasado bajaba. Crece con fuerza el paro entre los menores de 25 años, que lideran, tristemente, la tasa de paro juvenil europea. El empleo que se crea no es sólido: realmente, no se crea empleo, sino que se reparte empleo, en línea con el descenso de horas trabajadas que muestra la EPA. Así, más de la mitad de los contratos indefinidos del mes son o a tiempo parcial o fijos-discontinuos.
Los autónomos siguen siendo los más castigados, con el peor dato interanual desde 2013. Se destruyen 10.520 empresas en el último mes con datos, que desde febrero de 2020 ascienden a 67.915 empresas menos. El último día del mes, se perdieron 89.755 afiliados, más que el incremento medio del mes. En detalle, podemos verlo claramente:
Paro registrado
Sube el paro en 2.618 personas. Aunque el Ministerio de Trabajo retrocede hasta 2008 para, con los datos más elevados de incremento de paro en febrero de la anterior crisis (2008 a 2012) decir que el incremento de este año está muy por debajo de la media de los últimos quince años, la realidad es que el paro sube en febrero de este año cuando en los últimos ocho años ha descendido en la mitad de ellos y cuando el año pasado bajaba en 11.394 personas.
Del mismo modo, la bajada del paro interanual sólo es poco más de la quinta parte del descenso de febrero del año pasado.
Continúa así el empeoramiento en el comportamiento del paro que ya se había iniciado en noviembre.
Por sectores, aumenta mensualmente es el sector de la agricultura, con 1.138 parados más y con mucha fuerza en el grupo "sin empleo anterior", donde sube el paro en 10.139 personas. Desciende levemente en el sector servicios (un 0,19%), en industria (un 1,02%) y en construcción (un 1,07%), que muestra que en el principal sector de la economía, el sector servicios, no hay fuerza suficiente de reducción del paro. Aumenta el desempleo femenino, en 4.135 personas y el masculino baja en 1.517 personas. Sube con fuerza el paro juvenil en 11.862 personas, que lidera la tasa de paro juvenil en la UE.
Los demandantes de empleo ocupados, donde se encuadran los indefinidos fijos-discontinuos que cesan actividad, aumentan en febrero en 4.571 personas y llegan a 1.135.108 personas.
Si los sumamos a los 123.463 personas en los que aumentó en octubre, a las 110.697 que aumentó en noviembre, a las 31.227 en que se incrementó en diciembre y a las 28.014 personas en que se incrementó en enero, llegamos a la cifra de 297.972 nuevos demandantes de empleo ocupados, que se explicarían por el cese de actividad de fijos-discontinuos, que antes, al cesar actividad pasaban a la situación de parados y ahora quedan excluidos de la relación del paro registrado.
Contratos
El número de contratos registrados baja en 359.255 contratos en tasa interanual. Esto supone una nueva bajada en tasa interanual (-24,88%) por noveno mes consecutivo.
El incremento de 176.359 contratos indefinidos fijos discontinuos en tasa interanual supone una subida del 55,66%, que da una idea del artificio que supone la conversión de contratos temporales en fijos-discontinuos, no respondiendo a la evolución de la actividad económica real, aunque ya se va mitigando el incremento debido a que ya comenzaba a operar, en el mes de comparación, la nueva normativa.
De hecho, más de la mitad de los contratos indefinidos en febrero son o a tiempo parcial o fijos-discontinuos. Por tanto, no se crea empleo, sino que se reparte el empleo, como bien muestra la EPA, que indica que caen las horas trabajadas.
En 2022 hubo, al menos, un artificio de más de un millón y medio de este tipo de contratos acumulado en el año, con muchos trabajadores que firman varios contratos indefinidos a lo largo del mes al haberse prohibido la contratación temporal y no optar algunas empresas por la figura del fijo-discontinuo, sino por breves contratos indefinidos. En enero y febrero de 2023, prosigue el efecto del artificio normativo.
Fuente: elaboración propia a partir de datos oficiales del Ministerio de Trabajo
Cuando dichos contratos, antes temporales, acababan, engrosaban las listas del paro. Al pasar a fijos discontinuos, cuando cesan actividad no son considerados parados (de hecho, el incremento de los demandantes de empleo ocupados indica la merma en los datos de paro que antes se contabilizaban por este motivo).
Afiliación
La afiliación sube en 88.918 personas en términos mensuales. Ahora, este dato mensual, que es estacional, está en la media de los meses de febrero, pero muestra su debilidad en el dato interanual.
Adicionalmente, al analizar los contratos indefinidos, donde más de la mitad son a tiempo parcial o fijos-discontinuos, se confirma lo que la EPA muestra con sus datos: no se crea empleo, sino que se reparte empleo. Por eso, en la EPA caen las horas trabajadas.
Así, en tasa interanual los afiliados crecen casi la mitad que el año anterior, siendo el peor dato de un mes de enero desde 2015, con la excepción de los dos años más duros de la pandemia (2020 y 2021).
El último día del mes, se perdieron 89.755 afiliados, más que el incremento medio del mes.
A quienes más daño están haciendo las políticas equivocadas del Gobierno es a los autónomos, que aunque aumentan en el mes en 3.448 personas, es, junto con 2022, la subida más baja de un mes de febrero desde 2017, tras haber descendido en más de 23.000 entre julio y agosto, sin apenas recuperarse en septiembre y octubre y con caída adicional en noviembre y diciembre, que hace que en los últimos siete meses se hayan perdido 45.031 autónomos.
Además, descienden en 4.607 personas en febrero en términos interanuales, el peor dato desde 2013. Hay 67.915 empresas menos dadas de alta con código de cotización en la Seguridad Social desde febrero de 2020, habiéndose perdido 10.520 empresas en enero de 2023 (último dato disponible).
En resumen, es el efecto de las políticas del Gobierno, que lastra la actividad económica -hasta el punto de provocar que las empresas se tengan que ir, como Ferrovial- y, con ello, el empleo.