Cada vez hay menos piñones ibéricos y la culpa la tiene la chinche americana (Leptoglossus occidentalis), que ha provocado que la producción del conocido como caviar de monte haya bajado un 80% en los últimos cincos años. Mientras tanto, otras variedades de piñón de menor calidad, sabor y propiedades, están copando el mercado, la mayoría procedentes de China, Rusia y Pakistán. La otra gran diferencia entre ambos productos es el precio: mientras que las variedades asiáticas se venden en torno a los 45 euros/kilo, el piñón ibérico, mucho más escaso, alcanza los casi 100 euros/kilo.
El Grupo Operativo GO PINEA presentó los resultados de su investigación el pasado mes de febrero y su conclusión es irrevocable: "El descenso de la producción de piñón en el Mediterráneo es de un 80% causada por los daños del Leptoglossus occidentalis , que disminuye paulatinamente la producción del producto provocando grandes pérdidas en el rendimiento de piñón blanco".
La chinche americana de las piñas es un insecto que procede de Norteamérica y que entró en Europa a través de Italia en el año 1999. Se alimenta de la savia de brotes, piñones y piñas en formación, que se echan a perder y no llegan a germinar. Su presencia en los pinares españoles se multiplica durante los meses de calor y destrozan la producción, hasta el punto de que el oficio de piñero (las personas que recolecta la piña en el árbol) "está desapareciendo en todas las zonas de pinares de Pinus Pinea", denuncia GO PINEA.
"El declive actual de las producciones amenaza la supervivencia de este sector productor y del medio de vida de la población rural asentada en las áreas de bosques productores", que actualmente abarcan unas 400.000 hectáreas ubicadas principalmente en Madrid, Cataluña y muchas zonas de Andalucía.
Rusia, China y Pakistán dominan el mercado piñonero
El dramático descenso de la producción de piñones ibéricos y su espectacular aumento de precio ha provocado que la industria alimentaria esté apostando por "sucedáneos más baratos, anacardos o semillas de otras especies asiáticas del género Pinus, pese a su muy diferente calidad, sabor y valor nutricional, sin preocuparse en destacar este cambio en el etiquetado", según ha alertado CSIC en su informe "Producción y comercio de piñones comestibles en el mundo".
Una de las variedades más extendidas es la Pinus sibirica, que procede principalmente de Rusia (5.700 toneladas de producción media anual); la Pinus koraiensis de China (5.600 toneladas, aunque una parte de su producción procede de terrenos ubicados en Rusia); y la Pinus gerardiana de Pakistán (6.500 toneladas). En comparación, la variedad mediterránea (Pinus pinea) supone una producción de menos de 2.000 toneladas anuales sumando los cuatro principales países productores.
Para alertar de que "la presencia del piñón ibérico se ha reducido considerablemente en la gastronomía española, siendo sustituida por especies foráneas y de menor calidad", GO PINEAD ha lanzado una campaña para destacar las características de los piñones ibéricos: "El piñón del Pinus pinea tiene más proteínas, más minerales, una textura más cremosa y un sabor resinoso que lo caracteriza y lo diferencia".
Hay esperanza para el pino piñonero
A pesar de los daños provocados por la chinche americana, el grupo GO PINEAD asegura que hay esperanza para salvar la producción de piñón ibérico "integrando todas las herramientas e innovaciones experimentadas en este tiempo y combinándolas de forma coordinada"
Estamos hablando de "genotipos diferentes procedentes de bancos clonales, recogida masiva de ejemplares para su estudio, modelos predictivos con datos en cantidad y fiables, tratamientos fitosanitarios con productos autorizados de demostrada eficacia e inocuos para el medio ambiente y el consumo humano, planta injertada, buenas prácticas y adecuado manejo de podas, claras y desbroces selectivos para mejorar la producción", señalan.