La inflación, en máximos desde los años 80, se encuentra en el 6%, y en el 7,6%, la subyacente. Ambas están minando de manera considerable el poder de compra de los españoles.
Sin embargo, según se muestra en el Monitor de Oportunidades y Satisfacción en el Empleo de Adecco Group Institute, los salarios se han incrementado en un 4,1% y están, en términos nominales, cerca de alcanzar máximos históricos. Sin embargo, en términos reales, el poder adquisitivo o poder de compra es cada vez más bajo. Es decir que, aunque se cobre más, el dinero vale menos.
En los últimos dos años, según este estudio, la capacidad de compra ha caído un 0,7% y aunque, aseguran, que es una "pérdida relativamente pequeña", ha situado el poder adquisitivo en niveles que no se veían hace más de 25 años. En otras palabras, el salario medio de España en términos reales ha caído en 156 euros anuales en el bolsillo de los españoles. Pero, los datos son peores si se comparan con respecto a los máximos históricos del poder adquisitivo, alcanzados en 2009. Aquí, la caída es de 10,1%. Sin embargo, el salario medio nominal se encuentra en 1.823 euros en España, lo que supone un alza del 4,1%.
La parte más dramática de esta caída del poder de compra de los sueldos en España se la llevan, además, tres comunidades en las que el descenso supera el 4%. Se trata de Navarra, Castilla-La Mancha y Asturias. En términos monetarios, el descenso supera los 600 euros anuales en Galicia, Castilla y León, País Vasco, Castilla-La Mancha, Asturias y Navarra.
Las causas de este descenso del poder adquisitivo, a pesar de la revalorización de los salarios, se encuentran en el aumento del nivel de vida causado por la alta inflación. Y es que, por ejemplo, según la OCU, la cesta de la compra supone ya un sobrecoste anual superior a los 924 euros.
Así las cosas, a pesar de cobrar más, los términos reales demuestran que el dinero vale cada vez menos por el alza de los precios. De hecho, si se compara con el marco histórico, un salario de 1.000 euros en el año 2009 equivaldría ahora a un poder de compra de 890 euros. Al año, esto supone una pérdida de 1.320 euros de poder adquisitivo real.