Las malas prácticas en el alquiler y reventa de sillas, palcos y balcones sumen la Semana Santa en el hermetismo. Nadie quiere estar bajo la lupa de Hacienda, que exige el IVA a los alquileres de estas zonas para atajar el mercado negro.
Se acerca la Semana Santa y, a estas alturas, proliferan en plataformas de segunda mano los anuncios de alquiler de balcones, sillas y palcos. Un balcón completo puede llegar a costar ahora mismo hasta 8.000 euros, 12.000, incluso, por una semana completa.
Hacemos varias llamadas: "Nosotros tenemos un balcón en el que van a estar amigos y familias pero ponemos en alquiler cuatro plazas, por 350 euros el día", nos dice una sevillana.
Cuesta encontrar a alguien que quiera hacer declaraciones. Los pagos en B de este tipo de alquileres, la re venta y la lupa de Hacienda, oscurecen una práctica que para María tiene otro sentido: "El de disfrutar. Hay gente que engalana sus casas, contratan un catering e invitan a sus familiares y amigos, nada más".
Ella es una de las pocas que ha querido atender a esRadio tras más de una veintena de llamadas. Nos explica que a los particulares que alquilan balcones, se han sumado en los últimos años, bares y hoteles. Según la abogada, Cristina Fuertes, "un negocio que es legal siempre y cuando, se declare a Hacienda. En el caso de que además del balcón, se alquile la vivienda completa, ha de estar registrada como alquiler turístico".
Hacienda, vigilante
Las sillas este año estarán exentas de IVA. Son una forma más de ver las procesiones que los Ayuntamientos ponen a disposición de los ciudadanos. "Hay quien tiene un bono anual pero normalmente, se solicitan antes de Navidad, se adjudican por un precio y ya está. Sobre todo, las pide la gente con niños, gente mayor … Es más cómodo para los largos ratos que hay que esperar"
Hacienda se lucraba con una parte de lo que costaban estas sillas pero hace unos meses, las cofradías ganaron la batalla al Ministerio de María Jesús Montero.
Alegaron que dada la orografía del terreno, las sillas son la única manera de ver la Semana Santa en algunas zonas. Un argumento que ha perjudicado a los malagueños que sí tendrán que seguir abonando el IVA de las sillas que alquilan al Ayuntamientos porque la Agencia Tributaria considera que hay más opciones a pie de calle para poder ver los pasos.
La reventa: Una práctica ilegal, pero permitida
Una forma de hacer pagar a justos por pecadores, de intentar controlar el mercado negro que rodea a todo esto y que no sólo abarca el posible pago en B de estos alquileres, si no también, la reventa. Nos lo explica sin pelos en la lengua Enrique, una persona que tiene varios anuncios en Internet: "Yo tengo clientes que son los propietarios de las sillas y los palcos, me los ceden a mí, les pago el doble de lo que cuesta y yo lo pongo en milanuncios. La gente me llama y ya está. Lo que pasa es que claro, yo no puedo explicarles que yo pago en la Avenida de la Campana el doble por una silla y que les tengo que cobrar 100 euros más para yo poder ganar dinero".
Una práctica, que desorbita los precios: "Los balcones hay algunos de 900, me los cobran a 1.500, a 2.000 y yo vendo un balcón de 6 sillas por 3.000. El balcón de 4 sillas vale 780, me lo cobran a 1.500 y yo cobro 2.500 … Yo cobro una parte de lo que me cobran a mí"
Enrique lo dice claro: "Lo hago por mis gastos, por mi gestión y para ganar dinero porque yo no sé ni robar, ni vender droga. Pero claro, Sevilla son dos meses porque luego viene la Feria de Abril y uno que tiene un balcón me dice pues me gano 4.000 euros para la Feria de Abril. Uno que tiene una silla la vende al doble y dice: "Bueno pues ya tengo para un día en la Feria"
Estas prácticas ilegales conviven con aquellos que las consumen y con los que las condenan pero, callan, para alejarse del foco de Hacienda.