No hay escena más típica en el aeropuerto de Palma que la de los los turistas que vuelven a casa cargados con un par de ensaimadas. Por lo general, no suele haber problema para meter las tradicionales cajas octogonales en el avión. Sin embargo, los usuarios de Ryanair han denunciado en redes sociales que la compañía irlandesa les obliga a pagar las ensaimadas como bulto extra, lo que ha generado la movilización de los pasteleros de Mallorca.
La Asociación de Panaderos y Pasteleros de Baleares decidió pedir ayuda a las instituciones a raíz de la denuncia en redes sociales de usuarios de Ryanair que habían optado por dejar en el aeropuerto de Palma las ensaimadas compradas en su horno favorito porque les hacían pagar 45 euros por subirlas a bordo como equipaje de mano extra.
Los gobiernos de Mallorca y Baleares se dirigieron a la aerolínea para pedirle que aplicara políticas similares a las de otras compañías que no cobran a los viajeros que vuelan en cabina con una o dos de las características cajas octogonales que guardan el bollo típico.
El presidente de la patronal de pasteleros, Josep Magraner, ha explicado a EFE que otras compañías incluso especifican en sus web que un paquete de dos ensaimadas por pasajero no será considerado equipaje de mano extra y, en general, todas son tolerantes con los mallorquines y turistas que las llevan cuando abandonan la isla. Sin embargo, Magraner asegura que Ryanair siempre ha puesto obstáculos y "cada vez es más restrictiva".
La ensaimada "merece un trato especial"
Los pasteleros mallorquines temen que la política de Ryanair afecte de forma considerable a su volumen de negocio, especialmente teniendo en cuenta que la empresa irlandesa es la que más viajeros mueve en el aeropuerto de Palma: unos 7,8 millones en 2022 según sus propia datos, lo que supone una cuarta parte del total que recibe esa autonomía.
El impedimento es salvable si se adquieren las ensaimadas en las tiendas del interior del aeropuerto, pero en la isla hay cientos de hornos tradicionales que elaboran cada día miles de ensaimadas y que tienen entre sus clientes a viajeros que las llevan por toda España y Europa, según ha destacado Magraner.
También ha señalado que la Consejería de Turismo ya contactó con los responsables de Ryanair y que el departamento de Promoción Económica les escribió para pedir la discriminación positiva de ese producto, un dulce con indicación geográfica protegida (IGP) y que por lo tanto "merece un trato especial".