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'El Autóctono', el ganadero influencer en guerra con el diario de la vaca: "Tengo que poner dónde pastan todos los días"

Jesús Manuel Martín Crespo arremete contra los ‘corbatinas’ que hacen las leyes desde la ciudad: "Se lo están cargando todo".

Jesús Manuel Martín Crespo arremete contra los ‘corbatinas’ que hacen las leyes desde la ciudad: "Se lo están cargando todo".

La lucha del ganadero influencer Jesús Manuel Martín Crespo contra la burocracia es ya casi legendaria. El cabrero de la Sierra de Gata (Extremadura) o ‘El Autóctono’, como se hace llamar en las redes sociales, se ha convertido en una celebridad gracias a sus vídeos virales sobre la vida en el campo, el trabajo con las vacas y las cabras y, cómo no, las absurdas exigencias burocráticas impuestas desde la ciudad, y cuyo mayor exponente es el diario de la vaca.

Jesús, que cuenta con 655.000 seguidores en Facebook y 252.000 fans de su canal de Youtube, lucha por destacar la importancia de la ganadería tradicional, amenazada por los "corbatinas" que hacen las leyes desde los despachos. No es su único quebradero de cabeza, también está el fuego que devastó más de 10.000 hectáreas en Las Hurdes y la Sierra de Gata, la sequía, los jabalíes y los meloncillos.

Hace unos días se desató un terrible incendio en Las Urdes y en la Sierra de Gata que ha afectado a más de diez mil hectáreas. ¿Cómo está la situación tras el incendio? ¿Has sufrido algún daño?

Yo no he tenido ningún daño. Pero amigos míos de fincas colindantes, sí. Ese fuego en tantas hectáreas arrasa con todo. Lo peor ha sido para la fauna salvaje y los ganaderos que pastan en esa zona.

¿De qué daños hablamos?

Sobre todo en las fincas. Se han quemado olivares, viñas, cerezos... Y luego también han tenido que meter los bulldozers para extinguir los incendios y han tenido que tirar paredes y de todo. A un ganadero amigo mío se le ha quemado la tolva de paja para las vacas... han sido muchos daños.

¿Qué estamos haciendo mal como para que se desate este tipo de incendios tan difíciles de controlar?

España, y especialmente Extremadura, es una zona muy rural. Siempre ha habido mucha gente viviendo de la agricultura y la ganadería. Pero esto ahora mismo está tan mal... ya no hay ganado, la aceituna no se paga, tampoco dejan retirar nada del campo... Las leyes que tenemos están llevando a que haya tantísimas hectáreas abandonadas que nadie las trabaja, porque si tú las trabajas eso es como un cortafuegos natural. Ahí donde se han quemado miles y miles de pinos, que estaban abandonados, que los tengan limpios y acondicionados, que son de la Junta. Que inviertan dinero en trabajar ahí y en vez de tener a tanta gente cobrando el paro en Extremadura, que les paguen un poco más y que los tengan limpiando montes. Más que nada porque ya no quieren que haya ganado y nos prohíben pastar por todos los sitios.

¿Cómo que está prohibido pastar en todos los sitios?

Claro. En esta sierra solo puedes pastar en algunas zonas. La Confederación Hidrográfica no quiere ganado en los ríos del Valle del Arrago. Son zonas que te prohíben pastar porque las tienen como reserva, para que el ganado no se coma los arbolitos. Y claro, está todo abandonado.

Tú eres muy crítico con los ‘corbatinas’. ¿Qué son exactamente los ‘corbatinas’?

Los ‘corbatinas’ son todos esos políticos que, desde sus despachos, hacen esas las leyes que nos están arruinando al sector primario. Tendrían que contar con la gente de los pueblos antes de hacer las leyes y evitar todas esas consecuencias que ahora estamos viendo, como los incendios y el despoblamiento rural. Pero los corbatinas, como yo los llamo, que son estos que van con la corbata, lo están destruyendo todo, porque todo va mal. Y esto es como si tienes una enfermedad y te dan la pastilla que no toca. Eso es lo que está pasando. Y tendrán que empezar a mirar hacia el mundo rural, porque la gente de ciudad solo ve que la comida llega al supermercado, pero no todo lo que hay detrás. Nos tienen totalmente bloqueados, todo requiere permisos, que en algunos casos tardan hasta dos años. Se te quitan las ganas de tener nada.

Hace unos días diste un susto gordo a tus seguidores. ¿De verdad estás pensando en dejar la ganadería después de veinte años como ganadero?

No, es que a veces me cabreo porque me hartan. Pero no lo creo. Antes dejaría las redes sociales. Es solo que a veces te hartas un poco cuando ves que están todo el día comiéndote la cabeza. El otro día me quitaron unas 40 hectáreas de la subvención de la PAC. He puesto otras que tenía, pero la cuestión es que tienes que estar todo el día con mil ojos. Yo tengo tres o cuatro gestorías para llevarme los papeles, pero además tengo que estar vigilando. Yo me dedico a cuidar al ganado. Pero ahora hay todo tipo de papeles e historias y no hacen más que sancionarnos.

Me imagino que a uno se le quitan las ganas...

Claro. Yo llevo toda la vida con el ganado y cuando era niño no había tanta burocracia. Llega un momento en el que se te quitan las ganas de tener ganado, porque parece que somos los culpables de todo. El otro día me denunciaron por unos collares de cerramiento virtual que le puse a las cabras. Y aunque son collares que están homologados, la Guardia Civil puso la denuncia. No podemos hacer nada.

¿Cómo se soluciona esta situación para que la gente no abandone el campo?

Lo primero, las leyes de sanidad animal. Las leyes de la tuberculosis de las vacas y las cabras está masacrando a la ganadería. Y después, hay que hacer leyes acordes al entorno y a la situación en la que estamos. El papel lo aguanta todo, pero luego hay que pasarlo al mundo real. Y luego los productos, encima, no valen dinero. O lo de los saneamientos... el otro día durante un saneamiento se equivocaron y le cambiaron el sexo a una vaca. Ahora tengo que ir yo a resolverlo. Estamos todo el día haciendo papeles y no se dan cuenta de que el ganadero tiene estar para cuidar el ganado, darles de comer y estar con ellos. Parecemos secretarios y yo no he ido al colegio.

Es el tema del diario de la vaca...

Yo llevo tiempo haciéndolo porque estoy en régimen ecológico y de alta montaña. Tienes que llevar unos cuadernos y poner por dónde pasan las cabras todos los días, cuando nacen los cabritos, pesarlos... Quieren proteger tanto la naturaleza que parece que los ganaderos, por lo visto, somos los enemigos. La ganadería y la agricultura existen desde que la humanidad descubrió el arado y domesticó a los animales. Y nunca ha pasado nada. Pero ahora nos tienen bloqueados. Es como lo de los saneamientos de Salamanca.

Los ganaderos salmantinos protestan por las campañas de saneamiento de tuberculosis y la nueva normativa en lengua azul.

Pues mira la que tienen liada, sobre todo las explotaciones pequeñas. Si tienes 40 animales y uno te sale mal, te matan las 40 vacas. Eso está mal. Deberían matar al que está enfermo, pero no se pueden matar 40 vacas porque sí. Y luego está el tema de que no te dejen construir ni una pequeña casa de aperos en tu propia finca. No hablo de autorizar chalets o grandes urbanizaciones, pero sí deberían autorizarte una pequeña casa para irte los fines de semana allí.

Ya se han visto lobos en la zona norte de Extremadura. Y tú mismo has contado en tus vídeos que los jabalíes te han matado cabras y algún perro. ¿Cómo está la cosa ahora?

Puede ser que haya lobos. Aquí hay mucho monte y prefieren extensiones más llanas, pero acabarán llegando. Aquí el problema son los jabalíes y los meloncillos. El meloncillo (Herpestes ichneumon) se come a las vacas vivas. Y los jabalíes rajan y matan a las cabras. Y los perros, como están con el ganado y ladran para defender a las cabras, los jabalíes te los matan porque son muy agresivos. Y hay accidentes de coche todas las noches. Hay muchos jabalíes y nadie los mata.

¿Cuál es la solución? ¿Más caza?

Autorizar más caza. Y los cazadores de mi pueblo no quieren cazar tanto jabalí, que venga gente de fuera. Encima, ahora con el incendio, solo se ha quedado sin quemar la zona donde están mis cabras. Eso se va a llenar de jabalíes, porque no ha quedado monte. Ahí se van a meter todos.

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