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Europa infla la burbuja de deuda y pone al euro al borde del colapso

Frente a la firmeza en EEUU para frenar la inflación, el BCE sorbe y sopla al mismo tiempo al subir los tipos mientras compra deuda de periféricos.

Frente a la firmeza en EEUU para frenar la inflación, el BCE sorbe y sopla al mismo tiempo al subir los tipos mientras compra deuda de periféricos.
Jerom Powel y Crsitine Lagarde | Alamy/LM

"Nuestro escenario es que la inflación podría comenzar a moderarse en el segundo semestre de 2024", señalaba en confidencia con Libre Mercado el director comercial de una importante firma aseguradora española, sobre las previsiones que maneja su equipo de analistas. Tacho Arrimadas, director comercial y de marketing de Santa Lucía AM, en declaraciones a Tu Dinero Nunca Duerme, consideró que no será hasta 2024 o 2025 cuando las tasas de inflación se moderen en el entorno del objetivo de los bancos centrales, es decir, el 2%.

Hasta entonces, y dependiendo del ritmo de reducción de la inflación, los bancos centrales tratarán de contemporizar las subidas de tipos con los efectos recesivos que conllevan. Así, estos mismos expertos dan por descontada una recesión técnica a finales de este año o comienzos del próximo.

Sin embargo algunos analistas comienzan a descontar algo que ya está sucediendo, y es un efecto pernicioso sobre las monedas hegemónicas en Occidente: el euro y el dólar. Hasta ahora el euro ha sufrido una fuerte depreciación hasta perder los 1,07 dólares.

¿Esta tendencia puede continuar?

Si observamos el comportamiento del euro/dólar durante los últimos años, contemplamos una caída del euro que tuvo como su peor momento el verano de 2022. Momento en el que las subidas de tipos de interés y, fundamentalmente, la retirada de los programas de recompra de deuda pública hacían especial daño a países muy endeudados, como los casos de España e Italia.

Sin embargo, para atajar el problema, las autoridades europeas dieron luz verde a un mecanismo para que, básicamente, regresaran la compra de deuda de los países periféricos como España e Italia y que, de esta manera, no se produjera un "desacople" entre el valor del euro en los países periféricos y el resto. Es decir, el BCE, mientras sorbía para tratar de atajar la inflación, soplaba en España e Italia para tratar de evitar la recesión y el colapso.

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Evolución euro-dolar

Estos países lejos de abrazar la ortodoxia han continuado haciendo uso de los mecanismos expansivos, como el déficit o la deuda, magnitudes que son inflacionarias, no deflacionarias y que han tomado incluso obteniendo cifras récord de recaudación que podrían haber justificado cierta frugalidad en el gasto. No sólo eso, sino que siguen recibiendo importantes sumas de los fondos europeos. España ya supera los 1,53 billones de euros de deuda.

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Evolución de la deuda pública de abril de 2007 hasta marzo de 2023. La deuda pública se ha multiplicado por más de tres | EPData

Sin embargo, aquella señal que mandó al mercado el BCE tuvo el efecto deseado y así, la moneda europea recuperó el terreno perdido. Pero esto no ha terminado con las dudas, sino que alimenta nuevas.

La hipótesis del mundo a dos velocidades

Todos los analistas, los profesionales de los mercados financieros, operan, en muchas ocasiones, en base a hipótesis y no falta quienes ponen encima de la mesa una posibilidad nada desdeñable y es que el Euro pierda fuerza frente al dólar por efecto de la tibieza a la hora de tomar medidas.

Estos analistas trabajan sobre la hipótesis de la resistencia de las autoridades monetarias europeas a tomar medidas duras contra la inflación, a diferencia de lo que sucede en EEUU, donde la Reserva Federal, es propiedad de los bancos, no como en Europa, donde el BCE es propiedad de los bancos centrales de los distintos países de la zona euro.

Para muchos este es el motivo último de que en EEUU los tipos de interés estén ya en el 5,25% mientras que en Europa todavía no lleguemos al 4% (la última subida de mayo quedó los tipos en el 3,75%).

La Reserva Federal norteamericana ha mostrado una determinación mucho mayor que el BCE para aplicar subidas de tipos de interés, y eso que han sufrido fuertes tensiones sobre el estallido de una crisis financiera con la quiebra de varios bancos, como el Sillicon Valley Bank. Han subido cinco puntos los tipos de interés en poco más de un año y han logrado contener paulatinamente la inflación que ha bajado desde el 9,1% de mediados de 2022, hasta el 4,9% del mes de abril, donde registró su décima caída consecutiva. En cambio en Europa seguimos por encima del 6%.

En definitiva, EEUU Ha logrado enfriar la economía, que creció solo un 0,3% en el primer trimestre. Sin embargo, la tasa de paro está en el 3,4%, el mínimo en medio siglo, y la falta de oferta presiona al alza los salarios más de lo que le gustaría a Jerome Powell.

Y esto tiene sentido. La inflación no es la subida de precios, sino el aumento de la masa monetaria. Ambas economía lo han hecho sin control durante la última década, y ahora toca recoger velas, toca reducir esa masa monetaria para poner en cintura el fenómeno inflacionario y que el valor der cada unidad monetaria frene la rápida erosión que sufren. En este camino, EEUU va a una mayor velocidad que Europa.

Es por este motivo por el que muchos analistas ya descuentan que se dé la vuelta la paridad con el dólar y que la moneda del viejo continente se devalúe de manera consistente durante este año y el próximo.

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