No es la primera vez que se dispara la voz de alarma por culpa de poblaciones de animales salvajes que matan el rebaño ganadero o, como en este caso, directamente, destrozan las plantaciones de alimentos. Ha pasado con el lobo y ha pasado con el jabalíes. Y, ahora, en plena temporada de la sandía, vuelve el temor al jabalí por culpa del descontrol de su población tras atacar la caza y disparar la protección a la fauna salvaje con los leyes del Gobierno de Pedro Sánchez. Plantaciones en la Comunidad Valenciana han alertado ya del enorme destrozo que sufren en la producción de sandía por los continuos ataques nocturnos de los jabalís.
El delegado de AVA-ASAJA y productor de Benihort, Eduardo Arín, no ha dudado en lanzar ya un mensaje de emergencia por el "grave perjuicio económico porque este verano hay menos sandía y más cara". Y señala directamente a la "superpoblación de fauna salvaje, sobre todo de jabalíes" como culpables del desastre. "Manadas cada vez más numerosas de jabalíes atacan prácticamente todas las noches los campos de sandías de Benicarló –en el norte de la provincia de Castellón– en busca de agua y comida, ya que la fruta de verano por excelencia también constituye todo un manjar para estos animales", explican desde ASAJA.
El delegado de AVA-ASAJA de Benicarló y productor de la cooperativa agrícola Benihort subraya el "especialmente grave perjuicio económico que provoca la fauna salvaje porque este año hay menos sandía y, por tanto, es más cara". El agricultor destaca que, "mientras que en anteriores campañas los precios en origen llegaron a hundirse hasta los 0,10 ó 0,15 euros por kilo, actualmente la cotización a pie de campo alcanza el euro por kilo, es decir, hasta diez veces más". Y la razón de este incremento del valor es precisamente "la escasez de oferta en varias comunidades autónomas, debido a las adversidades climáticas sufridas durante la primavera que han causado importantes problemas de floración y cuajado". En Benicarló, concretamente, la anomalía climática ha reducido a la mitad la producción –de 15 millones de kilos previstos a apenas 7 u 8– a pesar de que la superficie dedicada a este cultivo se ha mantenido respecto al año pasado. "Ahora, además del clima, vemos con impotencia cómo nuestras cosechas aún serán más cortas por culpa de los jabalíes. El problema de la fauna salvaje va a más y, si no se pone solución, acabará estallándonos a todos, no sólo a los agricultores sino a toda la sociedad", denuncia Eduardo Arín. AVA-ASAJA y Benihort han reclamado ya "la implicación de todas las administraciones para poner en marcha un conjunto de medidas de actuación". Un plan que debe incluir "la caza" y muchas otras medidas que "contribuyan a mitigar el exceso de población de estas especies silvestres de tal manera que se garantice un equilibrio poblacional que compatibilice la preservación del medioambiente con las actividades humanas en el medio rural".
La población de jabalíes en España está descontrolada y ya supera el millón de ejemplares, según estimaciones del Instituto de Investigación de Recursos Cinegéticos (IREC). A pesar de que cada año se cazan cerca de 400.000 ejemplares, esta cifra podría duplicarse de cara a 2025. Las consecuencias de esta superpoblación ya están siendo desastrosas para la agricultura, suponen un peligro para la población debido a los acercamientos cada vez más frecuentes y también suponen un enorme factor de riesgo para la entrada de la peste porcina en nuestro país.