Casi 25.000 euros. Esa es la factura que ha dejado en herencia el gobierno de coalición de PSOE y Podemos a cada familia española en estos últimos cuatro años.
España ha sufrido esta legislatura una histórica subida de impuestos, un intenso incremento de la deuda pública y una fuerte pérdida de poder adquisitivo como consecuencia de la elevada inflación. La combinación de estos tres elementos da como resultado una colosal factura a pagar para el conjunto de los españoles en forma de impuestos, presentes y futuros, teniendo en cuenta, además, que la inflación es el impuesto invisible que aplican todos los estados.
En concreto, el Gobierno de Pedro Sánchez ha costado a los españoles un total de 440.000 millones de euros o, lo que es lo mismo, unos 23.500 euros por familia.
La primera partida de semejante dispendio corresponde a los impuestos. Desde que arrancó la presente legislatura, a finales de 2019, los ingresos no financieros del Estado (incluyendo impuestos, cotizaciones y tasas) han aumentado en 82.000 millones de euros, desde los 488.500 millones registrados a finales de 2019 hasta los 570.500 millones del cierre de 2022 —último dato oficial disponible—. Esta es la factura fiscal de impuestos presentes.
El problema, sin embargo, es que, pese a la recaudación récord de estos años, fruto de la inflación y las constantes subidas de impuestos, el gasto del Estado ha sido muy superior. Eso significa que el Gobierno ha tenido que endeudarse en nombre de todos los españoles para cubrir la diferencia.
Y esa es la razón por la cual la deuda pública del país se ha disparado en otros 318.000 millones de euros durante este período. España cerró 2019 con una deuda de 1,22 billones y ahora, cuatro años después, esta cifra ronda los 1,54 billones, un nuevo máximo histórico, equivalente al 113% del PIB nacional. Esta es la factura fiscal de impuestos futuros.
Pero, si a todo ello se añade también el impacto que ha tenido la alta inflación sobre el bolsillo de los españoles, habría que sumar entre 30.000 y 40.000 millones adicionales de pérdida de poder adquisitivo para las familias españolas. La inflación hace que tu dinero valga menos, ya que compras menos por la mima cantidad.
La inflación acumulada en España entre finales de 2019 y mediados del presente ejercicio ronda el 15%. Y, dado que los ingresos de las familias no han crecido en la misma proporción, los españoles se han empobrecido en forma de menor poder adquisitivo. Esta es la factura fiscal invisible.
La suma de estas tres facturas da como resultado una cuantía total de 440.000 millones de euros, casi 25.000 euros por familia. Y es que, por mucho que Sánchez venda nuevos derechos, prestaciones y servicios, nada es gratis en esta vida. Y mucho menos cuando hablamos de política.