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El plan de Javier Milei para dolarizar Argentina y reconstruir su economía

El economista libertario quiere aplicar una reforma completa del Estado, flexibilizar el mercado laboral, abrir el país al comercio y bajar impuestos.

El economista libertario quiere aplicar una reforma completa del Estado, flexibilizar el mercado laboral, abrir el país al comercio y bajar impuestos.
El candidato presidencial Javier Milei, a 14 de mayo de 2023. | Alamy

El próximo domingo 13 de agosto se abrirá el camino a un posible cambio político en Argentina. Será cuando se celebren las primarias obligatorias (PASO), por la que los argentinos mayores de 16 años deberán escoger los candidatos definitivos que concurrirán a las elecciones presidenciales del 22 de octubre.

En los comicios de otoño no solo se elegirá al próximo presidente y vicepresidente de la nación hispanoamericana, sino que se renovarán algo más de la mitad de los diputados y un tercio de los senadores que componen el poder legislativo. Si el candidato ganador no obtiene al menos el 45% de los votos o una ventaja de más de 10 puntos se procederá a una segunda vuelta prevista para el 19 de noviembre. Tras todo el proceso, el nuevo jefe de Estado y Gobierno jurará el cargo el 10 de diciembre.

Una nueva fuerza entra en escena

¿Y quienes son los candidatos a presidir Argentina durante al menos los próximos 4 años? Por parte del partido oficialista peronista, Unión por la Patria, el actual presidente Alberto Fernández ha anunciado que no se postulará a un segundo mandato. En su lugar habrá dos candidaturas (a elegir en las PASO), una liderada por el ministro de Economía, Sergio Massa, y otra por el abogado Juan Grabois. Por parte de Juntos por el Cambio, se presenta la fórmula liderada por el Jefe de Gobierno de la ciudad de Buenos Aires, Horacio Larreta y la encabezada por la exministra de Seguridad, Patricia Bullrich.

Aunque, en esta ocasión, una tercera fuerza podrá disputar la presidencia a los dos partidos tradicionales que han conducido al país por un rumbo de decadencia y empobrecimiento. Y está en condiciones de hacerlo con posibilidades reales, según pronostican las encuestas. Estamos hablando de La Libertad Avanza, movimiento liderado por el economista libertario Javier Milei, quien entró en política en las elecciones legislativas de 2021, cuando se convirtió en diputado nacional. Completa la fórmula la derechista Victoria Villarruel, quien sería la vicepresidenta de Milei.

La gran parte de las encuestas de cara a las PASO del próximo domingo apuntan a Milei como, al menos, el segundo candidato con mayor intención de voto, aunque es cierto que los partidos principales cuentan con dos candidatos cada uno, lo que hace aún altamente imprevisibles los apoyos reales de los candidatos que competirán definitivamente en los comicios de octubre.

Sea como fuere, es palpable que la fuerza de la figura de Milei está influyendo y condicionando los debates mediáticos y las estrategias de campaña. En la población argentina ha calado el mensaje de que la situación económica va de mal en peor, y de que son necesarias medidas diferentes a las mantenidas en los últimos años. Tanto es así que desde el oficialismo de Massa no cierran la puerta a, por ejemplo, acabar con el cepo cambiario que limita las transacciones con dólares y obliga a la ciudadanía a operar en el mercado negro para escapar del peso argentino. Mientras, desde Juntos por el Cambio ya consideran la salida del cepo como algo urgente, pese a que en 2019 fue reestablecido por su entonces líder Mauricio Macri.

Esta aparente preocupación por la economía no es casualidad, sino que se fundamenta en el insoportable empobrecimiento de los argentinos. En el mes de junio la inflación interanual superó el 115%, mientras que el PIB per cápita se sitúa ya a la altura de países como Libia, Irán o Bulgaria, lejos de la primera posición mundial que llegó a alcanzar Argentina en 1895. Además, el 2022 cerró con un 39,2% de la población viviendo bajo la línea de la pobreza, según cifras oficiales, mientras que la tasa de paro oscila alrededor del 7%, una de las cifras más altas del mundo.

Aunque la propia aparición en escena de Milei ha tenido mucho que ver con que los políticos parezcan preocuparse por un cambio de modelo económico. En concreto, el candidato libertario hace suyo el repudio generalizado que la sociedad argentina muestra por el peso, y propone por ello acabar con esta moneda de raíz.

¿Y cómo quiere lograrlo? Estableciendo el dólar como divisa de curso legal del país, lo que conllevaría convertir de pesos a dólares toda la base monetaria. De esta forma, el incentivo de los banqueros centrales de manipular el valor de la moneda según los deseos de la política desaparecería, dotando de estabilidad al sistema monetario y dando un golpe decisivo a la inflación, a la par que se cortaría alas a los gobernantes populistas que monetizan deuda pública mediante la máquina de imprimir billetes. Según el propio Milei, consistiría en "quitarle la navaja al mono asesino que es el Banco Central".

Un cambio de rumbo (y moneda)

El proceso de dolarización que propone el candidato libertario es progresivo, y tiene un objetivo final: acabar con el banco central argentino. Entre tanto, como pasos intermedios, el equipo del libertario plantea la eliminación de todas las restricciones al libre uso de divisas en competencia, acabando con los cepos y controles cambiarios.

Sea como fuere, la dolarización conllevaría una senda nada sencilla, ni libre de incertidumbre, incluyendo el tipo de cambio que se aplicaría o los efectos que podría tener en el tejido productivo. Todo ello sumado a que se requeriría de un consenso social que el candidato libertario espera aglutinar a través de un referéndum vinculante o consulta popular.

Aun así, es cierto que Argentina ya opera como una nación parcialmente dolarizada de facto. Según uno de los asesores de Milei, Carlos Rodríguez, tan solo los depósitos bancarios en el país sumarían alrededor de 15.000 millones de dólares estadounidenses, mientras que 300.000 millones estarían en la economía sumergida.

Además, Javier Milei tiene diseñado un plan macroeconómico orientado a proporcionar solidez a la economía argentina y a sus finanzas públicas, pilar esencial para que la dolarización no se convierta en un fracaso. Entre las medidas esenciales para dicho plan constan:

  • Una reforma completa del Estado enfocado en reducir el gasto público alrededor de un 15% del PIB, erradicar el déficit fiscal y combatir la corrupción. Para ello, Milei comenzará suprimiendo todos los ministerios salvo 7, y agregará uno adicional, y continuará con la "eliminación total de la obra pública, reemplazándola por un esquema de iniciativa privada a la chilena". También acabará con las transferencias de carácter discrecional y cerrará o privatizará empresas y organismos públicos.
  • Una reforma en profundidad del mercado laboral para dotarlo de mayor flexibilidad, eliminando las indemnizaciones sin causa para sustituirlas por un sistema de seguro de desempleo.
  • Una apertura económica y comercial con carácter unilateral, bajo la premisa de que "el comercio libre produce bienes de mejor calidad o mejor precio".

Junto a estas medidas, se plantea una reducción de los impuestos, una reforma energética que elimine subsidios para los usuarios, la promoción de las inversiones, una reforma del sistema de salud que introduzca copagos y externalizaciones o la reintroducción de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones al sistema previsional.

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