Adquirir una vivienda ya es misión imposible para millones de norteamericanos. El encarecimiento de las hipotecas y el elevado precio de los inmuebles hace inaccesible la compra de una casa en propiedad para una parte cada vez mayor de la población de EEUU.
La subida de los tipos de interés por parte de la Reserva Federal (Fed) para tratar de combatir la inflación se traslada a los préstamos. El interés de las hipotecas a tipo fijo y un plazo de 30 años se situó en el 7,3% en la última semana, su nivel más alto desde el año 2000.
Y, como resultado, al demanda de hipotecas para comprar vivienda se ha hundido a mínimos de 1995, según datos de la Asociación de Banqueros Hipotecarios (MBA).
No es de extrañar este desplome si se tiene en cuenta que la cuota hipotecaria media en EEUU ya supera los 2.300 dólares al mes, más que duplicando el coste registrado antes del estallido de la pandemia, tomando como referencia el precio medio de la vivienda, una hipoteca fija a 30 años y una entrada del 20% del precio de venta.
Además, el precio de las casas se mantiene también alto en muchos mercados debido a la escasez de oferta. La insuficiente construcción de obra nueva y las reticencias que muestran muchos propietarios a la hora de cambiar de casa, al tener que asumir un interés mucho más alto, han terminado afectando a la oferta inmobiliaria.
No en vano, los que se han hipotecado antes de la escalada de tipos pagan una tasa efectiva media del 3,6%, la mitad del coste que supone hoy una hipoteca fija a 30 años. El inventario de casas de segunda mano a la venta rondó los 1,11 millones de unidades el pasado julio, casi un 15% menos que hace un año y su nivel más bajo en más de 25 años, según la Asociación Nacional de Agentes Inmobiliarios.
Con tipos de interés crecientes y precios todavía altos, la capacidad de los norteamericanos para comprar casa se ha hundido hasta niveles que no se veían desde el pico de la burbuja inmobiliaria en 2006. Hoy por hoy, EEUU registra el mercado inmobiliario menos asequible de su historia reciente. Con tipos por encima del 7% y precios que representan el 560% del ingreso medio de los hogares, incluso si la vivienda bajara un 30%, la capacidad de compra seguiría siendo inferior que antes de la pandemia.
Y, por el momento, nada apunta a que los tipos bajen. El interés de la hipoteca fija a 30 años sigue avanzando hacia el 7,5%.