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La liga femenina de fútbol no sobreviviría sin el fútbol masculino y las subvenciones que pagamos todos

La mayoría de los clubes 13 de 16, son divisiones femeninas de clubes masculinos. Además, entre todos pagamos 30 millones en subvenciones.

La mayoría de los clubes 13 de 16, son divisiones femeninas de clubes masculinos. Además, entre todos pagamos 30 millones en subvenciones.
EFE

Sin duda el éxito deportivo de la selección femenina de fútbol debería traer importantes mejoras económicas para la competición doméstica en primera división. Si la gigante polémica generada alrededor de Jenny Hermoso, el sindicato de jugadoras y Luis Rubiales no lo termina impidiendo, el mundial justamente ganado por las jugadoras españolas debería traer asociados nuevos sponsors y más recursos para este deporte.

Sin embargo la realidad de esta competición hasta el momento no era precisamente buena y menos para las pretensiones de determinados sectores, encabezados por el sindicato de jugadoras, que buscan una "equiparación salarial" entre hombres y mujeres en el mundo del fútbol.

El problema es que este tipo de equiparaciones, como ya explicamos en Libertad Digital, tiene muchas aristas, lógicas y evidentes por mucho que algunos miembros del Gobierno como Yolanda Díaz, no quieran o sepan verlo. Y es que los hombres cobran cuantitativamente más, pero proporcionalmente cobran mucho menos que laas mujeres. Recordemos que de los ingresos totales obtenidos en el mundial de Australia, las jugadoras se llevaron en premios y primas el 26% de lo recaudado. En el mundial de Qatar, los hombres se llevaron el 5,9%.

Pero, ¿qué pasa en la competición doméstica?

Mientras los equipos masculinos de La Liga se reparten en derechos de televisión unos 1.800 millones de euros (2022-2023) permitiendo a la propia LaLiga terminar en números negros con un saldo positivo de unos 12 millones de euros, la liga femenina es deficitaria desde todo punto.

La competición masculina se autofinancia, entre los derechos de televisión, al venta de entradas, el merchandising, etc. Es un negocio millonario que cada club trata de gestionar lo mejor que pueda dependiendo de su capacidad de generar atención.

Sin embargo, la liga femenina es deficitaria. Según los números que ha presentado el Consejo Superior de Deportes, y de los que se ha hecho eco el portal 2playbook los equipos participantes en la Liga F (la competición femenina) gastaron cerca de 40 millones de euros (38,2 millones). Unas pérdidas de las que el 40% llegaban por los tres equipos más grandes: las divisiones femeninas del Real Madrid, el FC Barcelona y el Atlético de Madrid.

¿Pero de dónde ha salido ese dinero? Recuerda el CSD que 13 de los 16 equipos de primera división femenina del fútbol español son secciones femeninas de clubes masculinos, habiendo sólo 3 independientes. Esto, añade el CSD, ofrece una mayor capacidad de financiación a esos 13 equipos.

Y si gastaron casi 40 millones, ¿cuánto dinero ingresaron? Los ingresos generados por esta competición ascendieron a 18,1, según los datos que recoge el CSD.

Es decir: se trata de una competición que cuesta 40 millones y genera 20. Un fracaso absoluto. Por este motivo, el Gobierno ha decidido que todos nosotros, vía impuestos, y así se le conceden subvenciones públicas por valor de 30 millones a través del CSD. La RFEF también invierte, otros 30 millones de euros. Es más, fue el propio Rubiales quien pasaó de una cifra de 3 millones a 27 actualmente.

Esos 18,1 millones de ingresos son los ordinarios. Pero el negocio del fútbol femenino español cuenta, además, con la división Liga F, lo que ha permitido que crezcan los derechos audiovisuales (gran vía de ingresos para el fútbol masculino). Pero estos derechos apenas alcanzaron los 7,2 millones en 2021-2022.

Con estos derechos se cubre el 17% del volumen de negocio. El 39% de los gastos los cubrieron con patrocinios como el de Iberdrola.

¿Se puede hablar entonces de equiparación salarial?

No. De momento, ni los derechos audiovisuales ni los patrocinios son capaces de alcanzar los gastos que genera la competición. Sencillamente el fútbol femenino no puede desarrollarse todavía sin los beneficios que genera el fútbol masculino, por un lado, y por otro a que el Estado ha decidido subvencionarlo, por lo que, al final, lo pagamos todos vía impuestos. ¿Cómo pretende Yolanda Díaz que se produzca esa equiparación salarial? De momento, tendremos que cruzar los dedos y esperar que no se crea

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