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La hipoteca inversa: por qué interesa a la banca y puede salvar la jubilación a muchos españoles

Los grandes bancos empiezan a ofrecer hipotecas inversas. Qué son y por qué pueden ser una solución ideal para millones de jubilados.

Los grandes bancos empiezan a ofrecer hipotecas inversas. Qué son y por qué pueden ser una solución ideal para millones de jubilados.
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España todavía presenta un preocupante nivel de incultura financiera. Los datos son de escalofrío. Según informes elaborados con datos oficiales del INE, el 70% de los españoles no ahorra para la jubilación, no invierte de manera recurrente y confiesa no tener los conocimientos suficientes como para comprender el funcionamiento de una hipoteca, un depósito, cómo funciona la inflación, o qué es un fondo de inversión. No sólo eso. Cerca de 3 de cada diez trabajadores desconoce los conceptos básicos de los que aparecen en la nómina que cobran a final de mes.

En cuanto a las personas que se acercan al momento de su jubilación, cuatro de cada 10 jubilados confiesan haber conocido cuánto les queda de pensión el día que cobraron la primera paga. El porcentaje asciende a 7 de cada diez entre los que se enteraron de cuánto cobrarían sólo seis meses antes de jubilarse.

Quizá debido a esto, nuestro país todavía se encuentra a la cola de los países desarrollados, también en la penetración de productos para la jubilación como la hipoteca inversa, una fórmula que puede ayudar en España, un país de propietarios, a completar la pensión a muchos jubilados que afrontan esta última etapa de su vida con dificultades económicas en medio de una crisis inflacionaria de primer orden.

¿Qué es la hipoteca inversa?

Actualmente la hipoteca inversa constituye una alternativa que permite complementar los ingresos en la jubilación. En realidad es un préstamo especial para mayores de 65 años a través del que se puede recibir un dinero de forma flexible. Se puede establecer el ingreso total a la fecha de la firma, o una mensualidad o una mezcla de las dos, sin que exista cuota de amortización. Sólo es exigible tras el fallecimiento de los titulares de la hipoteca.

De forma resumida, permite emplear la casa como plan de pensiones, permitiendo alternativas para mantener el poder adquisitivo a buena parte de los jubilados en España. Un colectivo que, en su mayoría, tengan o no planes de pensiones, sí han conseguido atesorar un patrimonio inmobiliario importante, con mucho esfuerzo, durante toda su vida.

Íñigo Hernández, director de desarrollo de negocio de Óptima Mayores, pionero en la introducción de la hipoteca inversa en España, explica a Libre Mercado que "en España mucha gente ha ahorrado en vivienda. A lo mejor no contrataron un plan de pensiones, pero sí han comprado una casa".

Y es que en España casi el 90% de los mayores de 65 años tienen, al menos, una vivienda en propiedad. A menudo y debido a la falta de cultura financiera, las personas que se acercan a la jubilación no hacen ninguna planificación financiera de cara al periodo de prestación, o de disfrutar del ahorro acumulado durante años. Y esa planificación necesariamente debe incluir el patrimonio inmobiliario construido durante años.

Precisamente, las hipotecas inversas permiten a los jubilados mejorar su pensión y acercar su poder adquisitivo al que tenían cuando estaban trabajando, y lo pueden hacer sin necesidad de abandonar su vivienda. Posteriormente, y a su muerte, los herederos deciden qué hacer, si satisfacer la deuda generada y mantener la vivienda, o si, por el contrario, prefieren vender la vivienda y liquidar la deuda.

Interés en la gran banca

Curiosamente y después de que empresas como Óptima Mayores han puesto en marcha este tipo de productos, ahora la gran banca ofrece alternativas de hipoteca inversa. Y no es de extrañar, el ahorro acumulado en vivienda por mayores de 65 años en España es superior a los 700.000 millones de euros, es decir, cinco veces más que lo acumulado en todos los planes de pensiones (140.000 millones).

Ya el Gobierno de Zapatero en 2007, y merced a la tensión demográfica que pesaba sobre el sistema de Pensiones en España decidió dar luz verde a este producto con la ley 41/2007. Una legislación establece unas condiciones a los consumidores especialmente favorables, como la exención del pago del impuesto de Actos Jurídicos Documentados, o la bonificación de todas las tasas de registro o notaría.

Falta penetración al producto

Sin embargo, la falta de cultura financiera así como la idiosincrasia propia de los españoles y su tradición arraigada de dejar la casa familiar a los herederos, ha hecho que este producto no termine de hacerse un hueco importante en nuestro mercado. Si en 2022 en Reino Unido se firmaron cerca de 52.000 hipotecas inversas, en España durante el mismo periodo las firmas fueron 550, siendo el nuestro un país con más tradición de propietarios que nuestros vecinos anglosajones.

Íñigo Hernández, de Óptima Mayores, reflexiona sobre la realidad que vive este mercado en nuestro país donde, señala, "también se confunde mucho la hipoteca inversa con la venta de la nuda propiedad de una vivienda. Cuando la diferencia es enorme, ya que con la hipoteca inversa no se pierde la casa. Es un producto pensado para que cuando el titular fallezca a los herederos les merezca más la pena satisfacer la deuda generada y quedarse con la casa, que dejar la casa al banco".

Asesoramiento

Otra de las barreras que está teniendo este producto es la falta de un asesoramiento independiente y profesionalizado, que ofrezca todos los detalles del producto a aquellos propietarios que piensan en acceder a él. "Tiene que existir un asesoramiento independiente y que sea previo a la contratación", dice Hernández, "pero que sea independiente, no que te lo dé el propio banco, sino que te dirijan a asesores independientes y estos estudien cada caso e informen de las mejores ofertas que cada propietario tiene a su disposición para rentabilizar su casa".

¿La deuda puede superar el precio de mercado de la vivienda?

Los expertos consultados por Libre Mercado aclaran que esta situación, que suele ser la empleada por los detractores del producto para criticarlo, es posible que suceda, pero no deja de ser algo anecdótico e incluso, si sucede, tiene su propio método de limitación de daños.

Las hipotecas inversas están diseñadas para que esto no suceda, pero si se produce una crisis en la que súbitamente baja el precio de los inmuebles o los titulares de la hipoteca inversa resultan extraordinariamente longevos, "muchísimo más de lo que dicen las tablas de mortalidad", puede darse esta situación. En caso de producirse, a los titulares nunca se les exigiría la devolución. Esta obligación sólo pasaría a los herederos después del fallecimiento y se haría con límites. A diferencia de las hipotecas tradicionales, la garantía no supera la masa hereditaria y nunca iría contra el patrimonio de los herederos que aceptaran la herencia.

Estos especialistas cuentan que, por estos motivos, las hipotecas inversas sólo se ofrecen en plazas donde los mercados inmobiliarios están consolidados como España.

Preguntado por este particular, Íñigo Hernández confiesa que en ninguna de las cientos de hipotecas inversas que llevan firmando durante sus años de ejercicio nunca han tenido que vivir una situación así, pero "es verdad que hace muchos años, las operaciones que se firmaron antes de la crisis inmobiliaria, sucedió en algunas ocasiones". Finalmente, recuerda Hernández que, incluso en el caso de que sucediera, el cliente siempre tiene la opción de tomar medidas al respecto para evitar problemas a sus herederos actuando sobre el resto de la masa hereditaria.

En definitivas, se trata de un producto que viene a cubrir una necesidad de millones de jubilados que necesitan más ingresos para completar la pensión. Es un colectivo cada vez más grande.

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