El acuerdo entre el PSOE y Sumar para la constitución de un nuevo Gobierno progresista contempla la reducción, en dos fases, de la jornada laboral a 37,5 horas semanales; una nueva regulación del despido que se ajuste a la legislación europea, reforzando las causas del mismo; y la continuidad de la senda alcista del salario mínimo interprofesional (SMI), de forma que en el Estatuto de los Trabajadores quede reflejado que debe acompasarse al 60% del salario medio.
Así lo han anunciado Yolanda Díaz y Pedro Sánchez en la presentación de este acuerdo, donde también se han mostrado convencidos de que podrán formar un nuevo Gobierno de coalición y que por tanto habrá acuerdo para la investidura con el resto de formaciones. El acuerdo de coalición alcanzado también expresamente la apuesta de las dos formaciones por el reconocimiento del Estado palestino así como el "apoyo integral" a Ucrania, dos de los asuntos que más fricciones han provocado en el Gobierno saliente entre los socialistas y Podemos.