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Pimco se decanta por la deuda en detrimento de las acciones para 2024

La firma ha incidido además en que la renta fija "pocas veces ha resultado tan atractiva como ahora".

La firma ha incidido además en que la renta fija "pocas veces ha resultado tan atractiva como ahora".
EUROPA PRESS

La gestora Pimco ha señalado este lunes que se decanta por la deuda en detrimento de las acciones para 2024, ya que en la comparación entre ambos la renta fija ofrece unas "sólidas perspectivas, resiliencia, diversificación y valoraciones atractivas", según se desprende de las perspectivas de asignación de activos de la entidad.

La firma ha incidido además en que la renta fija "pocas veces ha resultado tan atractiva como ahora", mientras que la renta variable podría generar rentabilidades algo más bajas -aunque positivas- en términos ajustados al riesgo en un mercado que, en esencia, observan como sobrevalorado.

Asimismo, han apuntado que la flexibilidad es un elemento importante a la hora de mover las carteras, ya que las perspectivas macroeconómicas y geopolíticas aún se ven amenazadas por distintos riesgos.

De manera más concreta, el escenario principal que ha presentado Pimco para el próximo año contempla una desaceleración del crecimiento en los mercados desarrollados y, en algunas regiones, una potencial contracción económica a medida que finalicen las ayudas fiscales y se sienta el impacto de la política monetaria tras el desfase típico (el consenso coincide en que el efecto de las subidas de la política monetaria llegan con un retraso de 18 a 24 meses).

La proyección que establecen indica que hay una probabilidad del 77% de que Estados Unidos se encuentre en la fase final del ciclo (los tipos de interés se sitúan ahora en el 5,25-5,5%- y una probabilidad de aproximadamente el 50% de que entre en recesión el próximo año.

Así, desde la entidad han opinado que es probable que el crecimiento y la inflación hayan tocado techo, en tanto que a medida que la inflación se acerque al nivel objetivo (del 2%) de los bancos centrales en 2024, la renta fija y la renta variable deberían recuperar su habitual relación inversa (o correlación negativa), por la que la primera tiende a comportarse bien cuando la segunda lo hace mal y viceversa.

Por tanto, en lo referente a la renta fija, desde la firma han especificado su preferencia por la deuda estadounidense con duración a medio plazo, así como por "oportunidades interesantes" en Australia, Canadá, Reino Unido y Europa.

En mercados emergentes, apuestan por sobreponderar la duración en países con alta calidad crediticia, elevados tipos de interés reales y unas valoraciones y un potencial de rentabilidad atractivos, circunstancias que se adecuarían, según la firma, a países como Brasil y México, donde además "el proceso de desinflación está más avanzado y los tipos reales son inequívocamente altos". Por contra, se han declarado infraponderados en duración de la deuda japonesa, ya que la política monetaria podría endurecerse notablemente a medida que aumente la inflación en ese país.

Por otra parte, han aducido que, en general, consideran que las altas expectativas de beneficios de los inversores podrían provocar decepción en una economía que se desacelera, lo que, sumado a las elevadas valoraciones que presenta gran parte del mercado, "aconseja prudencia y un posicionamiento neutro en renta variable que le dé preferencia a la calidad y a las oportunidades de valor relativo".

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