La bioeconomía circular representa un nuevo paradigma económico: con base en la sostenibilidad, sincroniza la economía con el cuidado del medio ambiente y la aportación de valor a la sociedad. De este modo, la bioeconomía circular se basa en una mejor gestión de los recursos naturales, a los que se les da nueva vida en un ciclo virtuoso y eficiente. Como ejemplo de este nuevo modelo económico, Ence – Energía y Celulosa destaca por su compromiso con la sostenibilidad de todos sus procesos y la descarbonización de la actividad, a través de sus distintas líneas de negocio.
A través del suministro de celulosa, Ence proporciona una materia prima de origen natural, renovable, biodegradable y reciclable, que en multitud de casos sustituye a otros materiales como el plástico y sus derivados. La madera, procedente de masas forestales certificadas y en las que se aplica una gestión sostenible, es la materia prima de sus biofábricas de Pontevedra y Navia (Asturias). Estas instalaciones son, además, autosuficientes energéticamente, al aprovechar el calor excedentario del proceso y valorizar energéticamente la lignina, material natural presente en la madera, y la biomasa, como ramas y cortezas.
A partir de la constante evolución y mejora, la compañía es capaz de proveer a la sociedad bioproductos que reemplazan en muchas aplicaciones a otros de origen plástico. La celulosa se erige de esta manera como uno de los materiales del futuro, por su versatilidad y sostenibilidad, ofreciendo productos con menor huella ambiental, más sostenibles, y totalmente imbricados en la bioeconomía circular, a través del reciclaje.
En el plano energético, la compañía apuesta por la sostenibilidad, el crecimiento y la diversificación a través de Ence Renovables, el conjunto de negocios de la compañía que impulsan la economía circular y la descarbonización como pilares de su actividad. Se trata de líneas que se encuentran en pleno desarrollo, y que ya representan cerca de la mitad del resultado operativo del grupo.
De este modo, la generación de energía eléctrica con biomasa constituye uno de los pilares de la compañía. Magnon Green Energy es la filial de Ence que gestiona este negocio, erigida en la primera empresa de España en producción de energía renovable con biomasa forestal y agrícola. La energía eléctrica que genera Magnon en sus ocho plantas repartidas por Extremadura, Andalucía y Castilla – La Mancha aporta numerosas ventajas al sistema eléctrico.
Esta tecnología proporciona una energía renovable y gestionable, que actúa como almacenamiento, lo que favorece y facilita la garantía de suministro. Además, genera un importante número de empleos, siendo la tecnología renovable líder en este aspecto, al propiciar 25 puestos de trabajo directo, indirecto e inducido por cada MW instalado. La sostenibilidad de las plantas de Magnon está avalada mediante el esquema europeo SURE, que garantiza las buenas prácticas en gestión de la biomasa.
A raíz de la experiencia del grupo en la gestión de biomasa, la compañía ha puesto en marcha su filial Magnon Servicios Energéticos, con el objetivo de contribuir a la descarbonización de la industria española gracias a la venta de calor industrial renovable. Así, esta filial realiza el diseño, el desarrollo y la ejecución de soluciones integrales para la descarbonización del consumo energético de sus clientes, incluyendo la operación y el mantenimiento de estas instalaciones, y la garantía de suministro del recurso biomásico renovable.
La cartera de negocios de Ence Renovables cuenta también con Ence Biogas, la filial especializada en la producción de biometano y fertilizantes orgánicos. Esta es una línea de negocio con la que el grupo continúa su desarrollo en su apuesta por la bioeconomía circular y la transición energética. Ence Biogas lo hace reduciendo las emisiones de CO2 mediante la producción y la inyección a la red de gas natural de biometano a partir de residuos orgánicos agrícolas, ganaderos y procedentes de la industria agroalimentaria. Esta filial del Grupo Ence cuenta ya con una cartera de 15 plantas de biometano en desarrollo. Su objetivo es la puesta en marcha de una veintena de instalaciones de biogás en los próximos cinco años.
Por último, y aprovechando el potencial forestal de las más de 67.000 hectáreas que Ence gestiona en España, la compañía apuesta por poner toda su experiencia en gestión forestal sostenible al servicio de empresas y administraciones, para que tengan la posibilidad de compensar la huella de carbono que generan en forma de sumideros de carbono. La compañía trabaja igualmente en proyectos de energía fotovoltaica y biocombustibles, en base a los mismos principios de diversificación, sostenibilidad y descarbonización.
Y todo ello desde una compañía, Ence, referente en sostenibilidad. En todas las instalaciones del grupo se aplican las mejores técnicas disponibles para garantizar la excelencia ambiental. Tal es así que las biofábricas han sido reconocidas con el certificado ambiental Nordic Swan, y su celulosa, con la etiqueta Ecolabel de la Unión Europea. La totalidad de las plantas de Ence han revalidado su certificado Residuo Cero de AENOR, que garantiza que en ellas se valorizan una muy alta parte de los residuos generados en el proceso, y del certificado SURE, un esquema de verificación que avala la gestión sostenible de la biomasa utilizada en la generación renovable de su energía.
Se trata de un compromiso con la sostenibilidad avalado por los más prestigiosos analistas. Así, Ence ha sido reconocida recientemente con la medalla platino de Ecovadis, la máxima calificación que otorga esta plataforma, especializada en evaluar la sostenibilidad de las compañías. La puntuación recibida por Ence la sitúa a la vanguardia mundial en materia de sostenibilidad. Se suma a otros obtenidos por la compañía, como es el caso de la agencia de ESG Sustainalytics, que ha identificado a Ence como la empresa más sostenible de su sector a nivel mundial.