Aunque el Gobierno venda el dato desestacionalizado de paro y de afiliación a la Seguridad Social, la realidad es que en noviembre se ha producido una importante destrucción de empleo, que muestra que la economía, cada vez más, pierde intensidad y que se encuentra en un horizonte complicado con las distintas perturbaciones que se vislumbran en los próximos meses, tal y como muestran los datos:
Paro registrado
Se destruye empleo en noviembre, y aunque baja el paro, en primer lugar, se debe a la caída de la población activa, por desánimo para encontrar empleo por el empeoramiento de expectativas y a que no se contabilizan como parados los temporales convertidos en fijos-discontinuos. Así, el paro cae en 24.573 personas, cuando el mismo mes del año pasado bajaba en 33.512 personas. Es el peor dato de los últimos tres años. Es decir, se comporta peor en casi 8.000 personas que el mismo mes del año pasado. Andalucía y Madrid, gobernadas por el PP, lideran la bajada de paro mensual, con 8.852 y 6.753 parados menos, respectivamente.
Por otra parte, en tasa interanual el paro baja en 146.549 personas, que es el tercer peor dato interanual de un mes de noviembre de los últimos diez años (el segundo, sin contar 2020, cuando operaban las restricciones por la pandemia), con lo que la bajada no es especialmente destacable para este mes, hecho que muestra la ralentización interanual de la bajada del paro, comparando períodos homogéneos.
En concreto, la bajada se queda en un 48,63% de lo que bajaba en noviembre del año pasado.
De nuevo, la bajada de paro interanual no se ralentiza más gracias a que donde más baja es en Andalucía (-38.624 personas).
Adicionalmente, España tiene la mayor tasa de paro de la UE, con un 12% (el doble que la media de la UE, en el 6%), y la mayor tasa de paro juvenil de la UE, con un 28%, con la particularidad de que, por ejemplo, en Grecia, segundo país con mayor tasa de paro juvenil, ha venido descendiendo con mucha más fuerza desde junio que en España. En octubre, último dato publicado en Eurostat, el paro juvenil baja 8 décimas en Grecia y sube 2 décimas en España.
Por sectores, se reduce el paro mensualmente en servicios (-17.335), industria (-2.654), agricultura (-2.175) y construcción (-1.072). Disminuye también en el grupo "sin empleo anterior", al hacerlo en 1.337 parados.
Baja el paro femenino, en 15.962 personas, y el masculino disminuye en 8.611 personas.
El paro entre los jóvenes (menores de 25 años) disminuye en 5.588 personas y siguen liderando, tristemente, la tasa de paro juvenil europea, con una tasa de paro juvenil del 28%, además de ser el séptimo país de la UE con más porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan.
Los demandantes de empleo ocupados, donde se encuadran los indefinidos fijos-discontinuos que cesan actividad, aumenta en 77.842 personas y se sitúa en 1.166.780 personas en noviembre, que muestra que realmente la mayoría de personas probablemente tenía un empleo temporal y se encontraría incluido en el número de parados de no haber sido reconvertido en fijo-discontinuo debido al cambio normativo que se llevó a cabo.
Si sumamos a los 123.463 personas en los que aumentó en octubre, a las 110.697 que aumentó en noviembre, a las 31.227 en que se incrementó en diciembre, a las 28.014 personas en que se incrementó en enero, a las 4.571 personas en las que se incrementó en febrero, al descenso en 64.186 personas de marzo, al descenso de 70.226 personas en abril, al descenso de 17.543 de mayo, al aumento de 70.729 personas en junio, al incremento de 86.957 de julio, al incremento de 8.095 de agosto, al descenso de 100.955 en septiembre, a los 40.959 más de octubre, y a los 77.842 de noviembre de 2023, llegamos a la cifra de 1.166.780 demandantes de empleo ocupados antes citado, que se explicarían por el cese de actividad de fijos-discontinuos, que antes, al cesar actividad pasaban a la situación de parados y ahora quedan excluidos de la relación del paro registrado.
Contratos
No sólo es que el empleo que se creó en los meses anteriores no fuese sólido: realmente, no se crea empleo, sino que se reparte empleo, en línea con el descenso de horas efectivamente trabajadas que muestra la contabilidad nacional trimestral en tasa interanual de los últimos trimestres; es que este mes se ralentiza la bajada del paro y se destruye empleo. De hecho, este mes descienden de nuevo los contratos en tasa interanual, por decimoctavo mes consecutivo, haciéndolo un 4,77%, equivalente a 67.990 contratos menos en tasa interanual.
En cuanto a los contratos indefinidos, caen un 8,58% (52.770 contratos indefinidos menos en comparación interanual), que demuestra que los incrementos del año pasado se debían al artificio de la reforma laboral, que obliga a la transformación de temporales en indefinidos fijos-discontinuos. Además, un 58,41% de los contratos indefinidos del mes son o a tiempo parcial o fijos-discontinuos.
En 2022 hubo, al menos, un artificio de más de un millón y medio de este tipo de contratos acumulado en el año, con muchos trabajadores que firman varios contratos indefinidos a lo largo del mes al haberse prohibido la contratación temporal y no optar algunas empresas por la figura del fijo-discontinuo, sino por breves contratos indefinidos. En enero, febrero y marzo de 2023, prosiguió el efecto del artificio normativo, que empezó a corregirse, por comparación estadística, en abril y continúa, por los mismos motivos, en mayo, junio, julio, agosto, septiembre, octubre y noviembre.
Cuando dichos contratos, antes temporales, acababan, engrosaban las listas del paro. Al pasar a fijos discontinuos, cuando cesan actividad no son considerados parados (de hecho, el incremento de los demandantes de empleo ocupados en la suma global de los últimos meses indica la merma en los datos de paro que antes se contabilizaban por este motivo y que por los propios datos que dio el ministerio en una respuesta parlamentaria a una pregunta escrita cifró en casi medio millón de parados no contabilizados) y que nunca más han vuelto a dar. La UE considera que hay casi un millón de personas (985.000) que no trabajan en España y que no están incluidas en las listas del paro.
Afiliación
El número de afiliados cae en 11.583 personas, el cuarto peor registro de un mes de noviembre de los últimos diez años. De hecho, en términos interanuales se desacelera de manera importante, reduciéndose casi en un 2% el crecimiento interanual de afiliados sobre la cifra del mismo período del año anterior.
En cuanto al aumento de afiliación intermensual, se debe al impulso de Madrid, que lidera la creación de empleo, con 34.376 afiliados, Andalucía, con 20.222, y Valencia, con 20.002, las tres primeras donde más empleo se crea en el mes. En términos interanuales, también es Madrid quien impulsa el aumento de afiliación, con 134.257 afiliados.
Adicionalmente, el último día del mes se destruyeron 114.209. En tasa intermensual es el quinto peor dato de autónomos de los últimos diez años, al disminuir en 1.070 personas. Desde febrero de 2020 hay 45.538 empresas menos.
Por tanto, la destrucción de empleo muestra que la actividad económica se va parando, en una desaceleración cada vez más intensa, en el contexto de una política económica que perjudica a la actividad y al empleo.