Menú
El presidente del Gobierno aseguró en el Congreso que la recaudación extra con la que se reducirá el déficit la pagarán sólo los ricos, ¿es creíble?

Las cuentas fiscales de Pedro Sánchez: lo que no ha explicado sobre sus impuestos

El presidente del Gobierno aseguró en el Congreso que la recaudación extra con la que se reducirá el déficit la pagarán sólo los ricos, ¿es creíble?

Pedro Sánchez aseguró en el Congreso de los Diputados, durante su discurso de investidura, que la recaudación extra con la que se reducirá el déficit la pagarán sólo los ricos, ¿es creíble? Por lo visto en los últimos cinco años, no mucho. Desde que el líder socialista llegó a La Moncloa, su Gobierno ha aprobado varios impuestos nuevos. En todos los casos, se plantearon unas cifras de recaudación muy ambiciosas. Los expertos que analizaron aquellos nuevos tributos expresaron sus dudas. Y al final se demostró que del dicho en la mesa del Consejo de Ministros al hecho real en las arcas de Hacienda había un enorme trecho.

Por eso, esta semana, en La Pizarra de Domingo Soriano, le dedicamos nuestra primera parte a la fiscalidad sanchista, un sistema tributario a medio camino entre el optimismo desbordante (siempre se puede recaudar más y sin que nadie, o casi nadie, lo note) y la mentira más descarada (¿cómo denominar un impuesto que recauda el 20-25% de lo anunciado el día de su aprobación?). Nuria Richart y Domingo Soriano analizan la Tasa Google, Tasa Tobin, el Impuesto de Solidaridad a las Grandes Fortunas, y los impuestos a la banca y las energéticas. En ningún caso, ni siquiera en los dos últimos, en los que ha coincidido un año excepcional para estos sectores, se ha llegado a las cifras prometidas. De los más de 7.000 millones anuales que se pusieron como objetivo, nos hemos quedado en poco más de 4.000. Y eso que la inflación y los buenos resultados del sector financiero y energético han ayudado lo suyo. Si volvemos a una situación más normal, los datos estarán todavía más alejados de los anuncios del Gobierno.

Eso sí, para la nueva legislatura el presidente nos dice que esto cambiará. Fue muy contundente (aunque también lo fue con la amnistía). Nos aseguró, y también se lo ha reiterado a las autoridades comunitarias, que reduciremos el déficit público (más de 63.000 millones en 2022) sin que la clase media tenga que rascarse el bolsillo. Cobrando a los que más ganan, a las grandes empresas o con tributos finalistas que al común de los mortales apenas nos afectan. Viendo lo ocurrido en el pasado, especialmente en los últimos cinco años, somos escépticos con que pueda lograrlo. ¿Puede Sánchez incrementar la recaudación en las cifras que necesita para cuadrar las cuentas sólo con los anuncios hechos en su debate de investidura? No lo parece. En ese caso, sólo quedarán tres alternativas: o aceptamos el déficit y convencemos a Bruselas de que no es tan grave; o empezamos a recortar el gasto público, incluyendo partidas muy populares entre el electorado y entre los socios de coalición de Sánchez; o subimos los impuestos a todos. O una mezcla de las tres. En el pasado, ha habido un poco de todo. Ahora sólo queda saber cuál será la receta exacta de la nueva política fiscal 2.0 de Sánchez. Eso sí, guardaremos el vídeo en el que dice que serán los ricos los únicos que paguen más (aunque no creemos que sirva de mucho; también tenemos los vídeos en los que hablaba de la imposibilidad de que aprobase una amnistía).

Temas

0
comentarios