A medida que se va acercando Nochebuena, estamos acostumbrados a que el precio del marisco comience a subir. Sin embargo, este año subirá más de la cuenta e incluso podría escasear, ya que, según alerta la Federación Gallega de Cofradías de Pescadores, la baja salinidad del agua está matando algunas especies: fundamentalmente, almejas y berberechos, aunque también las centollas parecen correr peligro.
"Con tanta lluvia que hemos tenido, hay muchísima agua dulce y se nos ha muerto muchísimo marisco", explica su presidente, José Antonio Pérez, que asegura que se trata de "la peor campaña de Navidad" que recuerda. Según sus estimaciones, los mariscadores están recogiendo de media "la mitad de lo que se recoge otros años", aunque en algunos casos el panorama es más desolador si cabe. A ello han contribuido también otros factores: desde la contaminación, hasta las altas temperaturas del agua registradas el pasado verano.
Cifras desoladoras
Según los datos oficiales de Pesca de Galicia, entre el 1 de octubre y el 10 de diciembre los mariscadores tan solo han podido llevar a las lonjas 52.200 kilos de berberechos, 19 veces menos que los 996.000 del año pasado en este mismo período. Y eso lógicamente ya está repercutiendo en el precio. "Los berberechos ya han multiplicado por tres el coste en lonja, así que al consumidor le llegarán a precios prohibitivos", advertía este lunes en Es Noticia el patrón mayor de la Cofradía de Pescadores de Vigo, quien lamenta que esto derive en una mayor importación, como ya está sucediendo con otros alimentos.
También se han reducido considerablemente las almejas, sobre todo las babosas y las japónicas, con un 60% menos. "Y también ha muerto muchísima centolla", añaden desde la Federación Gallega, donde advierten, además, de que esto no solo afectará a la campaña de Navidad, sino al marisco que tradicionalmente se recoge en estas fechas y se guarda para el año que viene.
SOS a Luis Planas
Junto a los consumidores, los otros grandes damnificados son las 3.600 familias que viven del marisqueo a pie en Galicia, cuya economía ya se está viendo resentida, puesto que su sueldo va directamente ligado a lo que recogen. "Si vas a la mar y en vez de coger 5 kilos, recoges 1 kilo, pues no sacas un jornal", explica José Antonio Pérez.
Con todo, los pescadores reclaman al Gobierno que tome cartas en el asunto y que valore la posibilidad de declarar la zona como "zona catastrófica", una petición en la que ya trabaja el Ejecutivo autonómico liderado por el popular Alfonso Rueda, que en estos momentos está recabando los datos necesarios para fundamentar dicha petición: desde los análisis pluviométricos y de la salinidad de las aguas, hasta las cifras de la mortalidad de los moluscos en cada una de las provincias gallegas.
"La declaración de zona catastrófica estatal, que ya se ha aplicado a muchas comunidades, no sólo cubriría la reparación de todos los daños a las producciones marinas, sino que también permitiría ir más allá, ya que abre la puerta a facilitar ayudas a empresas y trabajadores con fórmulas como aplazamientos y exenciones de cuotas a la Seguridad Social", explican desde la Consejería del Mar para justificar la importancia de que el ministro Luis Planas tome las riendas de esta situación.