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Los países nórdicos que la izquierda cita como ejemplo son los que más bajan la presión fiscal

La comparativa con Dinamarca o Suecia resulta sangrante para Pedro Sánchez, al igual que sucede si nos medimos con Finlandia.

La comparativa con Dinamarca o Suecia resulta sangrante para Pedro Sánchez, al igual que sucede si nos medimos con Finlandia.
Suecia es, tras Dinamarca, el segundo país donde más ha caído la presión fiscal desde 2018. | Pixabay/CC/uschi2807

La fascinación de la izquierda política y mediática española por los modelos económicos de los países nórdicos ha sido un tema recurrente en el debate público. Ensalzar el ideal socialdemócrata del Norte de Europa como fórmula ideal para asegurar el bienestar de los ciudadanos se ha convertido en un argumento repetido una y otra vez desde la esfera que se autoproclama "progresista".

Esta visión plantea que el éxito de Suecia o Dinamarca se debe a un marco de impuestos altos y unas políticas redistributivas de amplio alcance. Sin embargo, es importante tomar en cuenta que esta imagen no es más que un mito que, si bien se correspondía con la realidad en los años 60 y 70, está lejos de reflejar la realidad económica de estos países en la actualidad.

Si procedemos a consultar publicaciones como el Índice de Libertad Económica, encontramos que Dinamarca, Suecia y Finlandia ocupan posiciones muy altas en el ranking, alcanzando las posiciones 9, 10 y 11 de la lista. Esto significa que los países nórdicos figuran entre los más económicamente libres del mundo y tumba por completo la narrativa de la izquierda española sobre estas economías del Norte de Europa.

Algo parecido ocurre si procedemos a examinar la evolución de la presión fiscal en Europa. Comparando los datos de cierre de 2018 y 2022, encontramos una realidad de lo más reveladora. Así, los dos países donde más ha disminuido la presión fiscal (es decir, el peso de los impuestos sobre el Producto Interior Bruto o PIB) en los últimos años son, precisamente, Dinamarca y Suecia. Esto contradice la imagen que muchos defensores de la izquierda proyectan sobre la persistente expansión de la tributación en estos modelos.

La variación en puntos porcentuales del PIB que ha experimentado la presión fiscal entre 2018 y 2022 arroja una clara tendencia a la baja en ambos países nórdicos. Dinamarca experimentó una reducción significativa, de 2,7 puntos del PIB, seguida por Suecia, que adoptó una reducción de 2,1 puntos del PIB. Esta circunstancia desmitifica la idea de que estos países abrazan incesantemente el aumento de impuestos para financiar sus programas sociales.

Comparando estos resultados con los de otros países de la Unión Europea, España destaca de manera preocupante. Mientras Dinamarca y Suecia redujeron significativamente la presión fiscal, nuestro país aplicó un aumento notable de 2,9 puntos durante el mismo periodo, que coincide con la gestión de Pedro Sánchez. Este contraste pone de manifiesto la brecha entre la retórica de la izquierda española y la realidad económica de los modelos que supuestamente tiene como referente.

Si ampliamos el foco, podemos ver que Finlandia tampoco sigue la tendencia hacia una fiscalidad expansiva que la izquierda suele asociar con las economías nórdicas, puesto que en su caso solamente se ha observado un aumento de 0,6 puntos del PIB en la presión fiscal. Esta cifra supone un aumento casi cinco veces menor al que se ha dado en España.

De modo que, con los datos encima de la mesa, parece claro que los países nórdicos que la izquierda cita como ejemplo son referentes en libertad económica y destacan como los dos países de la UE donde más está bajando la presión fiscal a lo largo de los últimos años (2018-2022).

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