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La Ley de Vivienda se traduce en menos oferta de alquiler y precios más altos

Los propietarios endurecen las condiciones a los inquilinos ante la menor oferta de pisos y el mayor riesgo de impago.

Los propietarios endurecen las condiciones a los inquilinos ante la menor oferta de pisos y el mayor riesgo de impago.
Se reduce la oferta de alquiler. | Alamy

El intervencionismo del Gobierno en materia inmobiliaria no funciona. La Federación Nacional de Asociaciones Inmobiliarias (FAI) asegura que las diferentes medidas que ha aprobado el Ejecutivo de PSOE y Sumar en 2023 para regular el mercado del alquiler, enfocadas a la limitación de los precios y sus prórrogas o la falta de medidas compensatorias para los caseros ante los impagos y paralización de los desahucios, han provocado una fuerte reducción de la oferta de inmuebles en alquiler, dificultando aún más su acceso a los potenciales inquilinos.

Según el último estudio realizado por FAI, tras la entrada en funcionamiento la nueva Ley de Vivienda, el 45,6% de las agencias consultadas indica que los arrendadores están endureciendo los requisitos exigibles a los potenciales inquilinos o suben el precio de la renta ante el temor y riesgo de impagos. Asimismo, el 15,4% indica que los propietarios trasladan su vivienda al mercado del alquiler temporal y el 13% indica que lo hacen al mercado de compraventa.

El presidente de FAI, José María Alfaro, insiste en que cualquier cambio legislativo que genera inseguridad jurídica a los arrendadores conlleva un descenso de la oferta de alquiler y un aumento de los precios, tal y como ya está sucediendo. Actualmente, el mercado está soportando una dificultad para alquilar sin precedentes y advierte de que la situación se agravará aún más este año si el Gobierno no dota de incentivos y de más seguridad a los que tienen la posibilidad de poner oferta en el mercado. En este sentido, señala que en el 95% de los casos son pequeños caseros que necesitan de las rentas del alquiler para llegar a fin de mes o hacer frente a su economía doméstica.

Al respecto, apunta que el mercado del alquiler es muy susceptible y ante cualquier cambio legislativo la oferta se contrae. Y esto, apunta, "hace que alquilar se esté convirtiendo casi en un lujo, ya que obliga al casero a blindar el arrendamiento con un casting muy severo o subidas de rentas, puesto que los dueños de los pisos o casas tienden a protegerse ante el miedo de impagos, ya que están en juego sus ingresos mensuales".

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