Miseria. En eso se traduce la cruda realidad de las políticas que defiende la extrema izquierda, representadas en España por Sumar y Podemos, los socios del PSOE en el Gobierno de España.
Y prueba de ello son los desastrosos resultados que ha cosechado su implementación en Venezuela bajo el régimen bolivariano de Hugo Chávez, primero, y Nicolás Maduro, después, uno de los grandes referentes ideológicos y políticos del podemismo patrio.
El último ejemplo de la ruina experimentada en los últimos años es el poder adquisitivo real de los venezolanos, donde la mayoría de la población vive en la pobreza extrema. Una familia venezolana de cinco personas necesita 155,5 salarios mínimos para acceder a la canasta alimentaria familiar, cuyo valor en diciembre fue de 531,95 dólares (unos 486 euros), según un reciente informe del Centro de Documentación y Análisis Social de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas-FVM).
Mientras que el salario mínimo en Venezuela está fijado en 130 bolívares mensuales -unos 3,42 dólares, según el dato del mes ofrecido por la propia organización-, una familia necesita 17,73 dólares diarios para cubrir la canasta alimentaria, calculada con los precios de 60 productos.
A pesar de las subida del salario mínimo decretadas por el régimen de Maduro, son muchos los colectivos y también los trabajadores públicos que se quejan de la pérdida de poder adquisitivo. Entre ellos, los maestros, que el pasado lunes protestaron en las calles de Caracas y varias regiones, en la que supone la segunda jornada de protestas del año, a fin de rechazar los "salarios de hambre" y exigir un aumento, entre otras solicitudes, aprovechando la presentación de Maduro en la Asamblea de la rendición anual de cuentas de su Gobierno.
Según la Federación Venezolana de Maestros (FVM), algunos educadores del sector público ganan el salario mínimo fijado por el Ejecutivo y los de más alto nivel devengan unos 22 dólares mensuales.