Endesa tenía un papel complicado este miércoles en la presentación de resultados, ya que por eventos extraordinarios y los efectos regulatorios directos sobre su estructura de gasto, ha reducido de una manera notabilísima los resultados de 2023.
Tanto es así que la eléctrica registró un beneficio neto el año pasado de 742 millones de euros, lo que supone un desplome de casi el 71% en relación a los más de 2.540 millones obtenidos en 2022 y prácticamente la mitad de los 1.435 millones de 2021, según los resultados financieros remitidos a la CNMV por la compañía energética.
Esos eventos extraordinarios han sido un arbitraje con Qatar como gran proveedor de gas natural licuado (con un impacto neto de 398 millones) y las provisiones realizadas para un ajuste de plantilla por la digitalización de tareas con 124 millones. En cuanto al coste regulatorio, el impuestazo a las energéticas del Gobierno ha costado a Endesa 202 millones de euros (seis menos que en 2022).
Sin embargo, la gestión de la compañía ha hecho progresar el número de clientes y facturación, por lo que han decidido no modificar su "guidance" fijada en noviembre en la presentación del plan estratégico para los próximos años.
Tres han sido los asuntos, sin embargo, que con más insistencia ha tratado Bogas en su comparecencia ante los medios de comunicación: las ineficiencia de la regulación en la red de distribución, el impuesto a las grandes energéticas y el futuro de las nucleares.
¿Colapso de la red de distribución?
Comenzaba Bogas señalando que "en España, el Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) es muy ambicioso. Creo que es un buen plan, pero muy ambicioso. En mi opinión, de lo que adolece es el soporte regulatorio necesario para alcanzar los objetivos que ahí están planteados. Me consta que son conscientes en el Gobierno y el regulador y, por tanto, se necesita una mejora de la regulación y la fiscalidad que permita adoptar los objetivos del plan", ha dicho Bogas en rueda la rueda de prensa de presentación de resultados correspondientes a 2023.
En este camino, la red de distribución es esencial. Una red que necesita inversiones por 5.000 millones al año y el Gobierno mantiene limitada esas inversiones a 2.500 millones. Además, los peajes o impuestos a la electricidad la convierten en una herramienta ineficaz. Y son números. Bogas los ha dado: "En la red de distribución la tasa financiera de remuneración es el 5,5% y con esa metodología de cálculo, en 2026 será del 4,55, que después de impuestos se quedará en el 3,5%. Con esta tasa de remuneración no va a invertir absolutamente nadie. Es necesario quitar el límite a las inversiones para que las distribuidoras se remuneren y no se ponga esa remuneración en duda. Se están creando una serie de incertidumbres que podrían llevar al colapso la red de distribución."
Además, recuerda que si se ponen en marcha todas las instalaciones renovables previstas de aquí a 2030, "tendremos que exportar a Francia. Y con el 7% de impuesto a la electricidad no va a importar nadie nuestra electricidad. Si queremos competir con los recursos que tiene Francia, poner un impuesto a la generación no tiene ningún sentido", sentenciaba.
El impuestazo
Endesa no quiere mostrase como una compañía beligerante con el impuestazo a las energéticas impuesto por el Gobierno y que, sin embargo, considera "intelectualmente" injusto. Y ese es el matiz que sistemáticamente ha empleado Bogas al referirse a este asunto: "Nosotros también pagamos muchos más impuestos que costes operativos, entre los que pagamos y lo que recaudamos estamos pagando cuatro veces más impuestos que costes operativos", decía Bogas.
Sin embargo, respecto al impuestazo, Endesa intentará dar argumentos para su eliminación, y verá con buenos ojos cualquier iniciativa tendente a minimizarlo o condicionarlo a la puesta en marcha de inversiones en España. Sin embargo, de nuevo "intelectualmente somos muy beligerantes en contra del impuesto, hay que quitarlo", decía Bogas a preguntas de Libre Mercado.
Otro periodista insistía y Bogas empleaba la misma fórmula: "Intelectualmente estoy de acuerdo con el 90% de lo que plantean mis colegas o competidores, lo que ocurre es que si al final se decide aplicar el impuesto, pues tengo que aceptarlo".
El cierre de las nucleares
Otro de los asuntos especialmente tratados por Bogas en la rueda de prensa ha sido la paulatina desaparición de las nucleares en la que está empeñada el Gobierno.
Decía Bogas que la propia Agencia Mundial de la Energía está diciendo que para llegar al objetivo en 2050 de 0 emisiones netas, es necesario duplicar la instalación de nucleares, mientras que en España se está planteando el cierre. Por eso, decía Bogas, no parece muy acertado seguir ese calendario de cierre, sin embargo, "es política energética, y si es lo que se decide, yo lo tengo que aceptar".
Ha sido especialmente elocuente al dar las cifras de las nucleares: "Una central nuclear cuesta unos 65-66 euros por mw/h. De los cuales 10 u 11 son la nueva tasa de Enresa, y el resto de tasas autonómicas, locales, ibi, etc. Son 20 euros. Si le quito esos 20 euros se queda en 45 euros que son muy competitivos. El problema es que hacemos que la rentabilidad sea cero o negativa y que no recuperemos la inversión", decía el CEO de Endesa
Y remataba con un dato demoledor: "La tecnología nuclear es ahora mismo más competitiva que la renovable, pero pierde la competitividad por las cargas que tiene".
De nuevo, "intelectualmente", no está de acuerdo con el cierre o la asfixia a las nucleares, y tratará de argumentar con el Gobierno, pero si es lo que deciden los reguladores "tendré que aceptarlo".