Acto de propaganda de la patronal catalana con el expresidente de la Generalidad prófugo, Carles Puigdemont. Una amplia delegación de Foment del Treball se ha desplazado hasta la comarca francesa del Vallespir para reunirse con Puigdemont como candidato de Junts per Catalunya para las próximas elecciones autonómicas.
La delegación de la patronal estaba encabezada por su presidente, Josep Sánchez Llibre y contó con el secretario general, David Tornos, y los vicepresidentes Baldiri Ros, Mar Alarcón, Xavier Panés, Santiago García-Nieto, Josep Maria Gardeñes y Cinta Pascual. Por parte de Junts per Catalunya han participado en la reunión además de Puigdemont el secretario general Jordi Turull, el coordinador de campaña Albert Batet y la número dos de la candidatura, Anna Navarro.
La patronal ha distribuido un comunicado para explicar que en la reunión con el prófugo cuyo golpe de Estado causó la salida de más de 17.000 empresas de Cataluña, entre ellas los dos grandes bancos que tenían la sede en Barcelona, ha tratado cuestiones como "una fiscalidad más competitiva, la ejecución de las inversiones que el país necesita y una mayor seguridad jurídica".
En la nota también se afirma que el encuentro con el prófugo en suelo francés "se incluye en la normalidad institucional". Sánchez Llibre ha entregado un documento con 465 propuestas que incluyen diversas iniciativas fiscales para "establecer las bases para un ecosistema económico positivo y dinámico. La eliminación del impuesto de patrimonio, la rebaja de los tipos marginales del IRPF en Cataluña y reducir el tipo impositivo del Impuesto de Sucesiones y Donaciones son algunas de las premisas de Foment".
Sin mención a la fuga de empresas
En el comunicado se resalta que también se ha tratado "el déficit de inversiones en infraestructuras en Cataluña y en la falta de ejecución de estas cuando se planifican. En este caso es especialmente relevante la necesaria ampliación del aeropuerto de Barcelona-El Prat y su conexión con las estaciones del AVE de Cataluña".
La directiva de Foment ha pasado por alto la responsabilidad de Puigdemont en la fuga de empresas de 2017 a causa de la asonada separatista y la pretensión de Junts de multar a las empresas que no regresen a Cataluña.