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A medio camino entre el capital riesgo y la acción social, la llamada "inversión de impacto" cobra cada vez más importancia.

TDND. Programa completo. "Sin beneficios no hay impacto social"

A medio camino entre el capital riesgo y la acción social, la llamada "inversión de impacto" cobra cada vez más importancia.

Valor y acción social. ¿Se pueden unir estos dos conceptos? En Tu Dinero Nunca Duerme estamos convencidos de que sí es compatible y en el Global Social Impact Investment Fund (GSIF) son de la misma opinión. Por eso, esta semana, nos visita Daniel Sandoval, el director de inversiones en España de GSIF.

"GSIF nace en África, con el objetivo de mejorar la vida del llamado bottom 1.000: los mil millones de personas con menos ingresos del planeta", nos explica Sandoval, que desde hace unos meses han comenzado a operar en nuestro país: "En España no está ese bottom 1.000, pero sí colectivos en situaciones en discapacidad. Nuestro objetivo es invertir en compañías que generen un impacto social positivo en estos colectivos. Eso sí, siempre que sean compañías con beneficios. Por ahora hemos incorporado tres compañías en la cartera y ahora estamos a punto de cerrar una más".

¿Ejemplo de este tipo de empresas? Pues, por ejemplo, Sqrups!: "Es una compañía con 80 tiendas que vende productos de primeras marcas con descuentos de hasta el 80%. Normalmente son productos que vienen de excedentes de producción. La compañía está en fase de expansión: comenzó con 40 tiendas cuando nosotros llegamos; ahora ya son más de 80 y tiene previsto cerrar 2024 con más de 100. Además, un porcentaje elevado de sus empleados pertenecen a colectivos en situación de vulnerabilidad. Estamos creciendo a más de un 100% al año en ventas y generando caja. El Ebitda sobre ventas era del 3%; ahora ya es más del 10%".

Con esas cifras, suena más a capital riesgo (y del bueno) que a lo que solemos asociar a "inversión social". Sandoval lo explica así: "Existen muchas pequeñas compañías como Scrubs que son rentables y también contratan a personas de este colectivo. Cuando yo llegué a este sector, porque venía del capital riesgo, pensé que sería muy complicado encontrar esas oportunidades". Pero no lo ha sido. En su opinión, estamos ante los comienzos de algo muy nuevo. Por eso suena extraño lo que en unos años será muy normal: "El inversor de impacto no existe en España: se está formando. Creo que va a pasar como con el capital riesgo, que cuando yo empecé había tres compañías y ahora hay más de 200. Y también se han multiplicado los fondos. En la inversión de impacto, también creo que viene una ola de inversión para quedarse".

Y tiene claro lo que tiene que ocurrir para que esto se consolide: "Hay muchos inversores públicos que apoyan mucho esta actividad de impacto social. Eso sí, tenemos que ser capaces de invertir en compañías rentables, pero que también tengan impacto social. Cuando eso lo tengamos, ya no será necesario que nos acompañen los inversores públicos. Las rentabilidades que nosotros pedimos son similares a las del capital riesgo. Y si no hay rentabilidad, no hay impacto: si la compañía no tiene beneficios, tendrá que cerrar. El ejemplo de Sqrups es clarísimo: a más tiendas abiertas, más empleo, menos producto que se tira... En nuestras compañías no hay un trade-off entre los resultados y ese impacto social. Somos muy exigentes con los equipos directivos, que nos han presentado un plan de negocio. Buscamos TIR del 20% anual, con períodos de tenencia de 4-5 años. Lo que nos lleva a multiplicar por 2-2,5 en ese período de tiempo. A día de hoy, tras unos pocos años, estamos en esos múltiplos".

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