Javier Milei lo ha vuelto a conseguir. Un mes más (el tercero consecutivo ya, después de los de enero y febrero), en marzo el Sector Público argentino registró otro nuevo superávit financiero. De este modo, el Ejecutivo de Milei ha logrado el primer trimestre con superávit desde el año 2008, algo que el presidente argentino ha calificado como "un hito que debe enorgullecernos a todos como país", sobre todo por la rapidez con la que se está logrando hacer florecer algunos brotes verdes en una economía que se encontraba al borde de la quiebra.
Precisamente por esto, Milei no ha dudado en destacar que, pese a todos los críticos que ponían y siguen poniendo en duda la capacidad de su Ejecutivo para llevar a cabo la reformas económicas necesarias y sacar al país adelante, y dada la difícil situación de Argentina, "estamos haciendo posible lo imposible".
Nuevo superávit financiero
De acuerdo con lo datos proporcionados por el Ministerio de Economía, en el mes de marzo el superávit financiero del Sector Público argentino alcanzó los 276.638 millones de pesos. De este modo, se han encadenado tres meses consecutivos con superávit financiero, tras los registrados en los meses de enero y febrero, algo que no ocurría desde el año 2008. Y es que, de hecho, el Ejecutivo explica que, en este contexto, el superávit financiero acumulado durante el primer trimestre del año equivale al 0,2% del PIB, suponiendo el superávit primario el 0,6% del PIB.
Así las cosas, el propio presidente argentino quiso comparecer esta semana ante la nación para anunciar los extraordinarios resultados financieros del Sector Público correspondientes al mes de marzo (y, con ello, al primer trimestre del año), algo que "hace unos meses parecía imposible". Además, como suele ser habitual en Milei, que incidió en que "este es el último tramo de un esfuerzo heroico que los argentinos estamos haciendo", el economista liberal-libertario quiso hacer un ejercicio de pedagogía explicando a la ciudadanía cómo se está logrando sanear las cuentas públicas y por qué es importante seguir en esta senda.
De esta forma, Milei comenzó haciendo un repaso a la catastrófica situación económica y social en la que se encontraba Argentina cuando tomó posesión del cargo el pasado mes de diciembre: un país quebrado al borde la hiperinflación, con un déficit en el Tesoro de cinco puntos del PIB y un déficit financiero en el Banco Central de diez puntos del PIB, una brecha cambiara de casi el 200% entre el dólar oficial y el dólar libre, un enorme excedente monetario, una deuda no reconocida con importadores de más de 50.000 millones de dólares y una deuda de 90.000 millones de dólares.
Por ello, explicaba Milei, el Gobierno argentino se centró principalmente en dos cuestiones. Por un lado, en hacer frente al mayor problema de fondo que enfrentaba el país y que es "la causa de todos los males", el déficit fiscal, que supone el fundamento último de la crisis inflacionaria, puesto que debido a que el Estado estaba gastando más de lo que ingresaba, y dado que estaba agotando las fuentes de endeudamiento y de ingresos vías impuestos, no le quedaba más que recurrir a la emisión monetaria. En segundo lugar, consecuencia de lo anterior, el Gobierno tuvo que prescindir de todo gradualismo y aplicar un plan de choque para hacer frente a la difícil situación. Esto es, según el propio presidente argentino, las claves del milagro económico que llevó al país a registrar en sólo un mes su primer superávit financiero desde agosto de 2012.
El remedio para la inflación
Pero ¿por qué es crucial que el país siga este rumbo? Pues porque, como destacó el propio presidente argentino en su comparecencia, aunque todavía queda mucho camino por recorre, esta es la única forma de terminar con la inflación y sentar las bases para la recuperación económica del país. "Este resultado fiscal es la garantía de un camino sostenible y consistente para terminar con la inflación en Argentina", explicó, añadiendo que "no hay ningún secreto: si el Estado gasta más de lo que recauda y financia este faltante con emisión monetaria, entonces habrá inflación", incidió Milei, señalando que "esto es ley de la historia". Por el contrario, si el Estado no recurre a dicha emisión monetaria se evitará la inflación. Lo cierto es que, a pesar de que la inflación en términos anuales sigue subiendo (en marzo fue del 287,9%), en tasa mensual vemos cómo cada mes se reduce. Así, tras registrar una inflación mensual del 25,5% en diciembre, del 20,6% en enero y del 13,2% en febrero, en marzo ésta cayó ya hasta el 11%.
Pero para Milei registrar mes tras mes nuevos superávit financieros y acabar con la inflación no es sólo una cuestión económica técnica. Más bien al contrario, como intelectual comprometido con la batalla cultural y las ideas de la libertad, en el fondo el presidente argentino concibe este problema como una cuestión moral. "Para nosotros la inflación es un robo, y el déficit fiscal es la causa de la inflación", declaró ante toda Argentina, añadiendo que por ese motivo el objetivo de déficit cero es para su Ejecutivo un mandamiento y no sólo "una consigna de marketing" y que, por lo mismo, se compromete a devolver a los ciudadanos cada peso que le sobre al Estado mediante la reducción de los impuestos. De esta forma pretende promover una dinámica de ahorro y reducción de impuestos que permita el crecimiento económico del país.