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Berlín regala la finca de Goebbels en el lago Bogensee

El ayuntamiento de la capital alemana quiere deshacerse del "nido de amor" del ministro nazi.

El ayuntamiento de la capital alemana quiere deshacerse del "nido de amor" del ministro nazi.
Casa de fin de semana de Joseph Goebbels en el lago Bogensee. | Olaf Tausch

La Villa Bogensee, la casa de campo del ministro nazi Joseph Goebbels, se ha convertido en un enorme problema para la ciudad de Berlín. El terreno de unas 17 hectáreas y la mansión donde Goebbels daba rienda suelta a su apetito sexual por las artistas arias le cuesta 250.000 euros anuales a las arcas públicas. Así que el ministro regional de Finanzas, Stefan Evers, propone regalar la propiedad.

"A quien quiera hacerse con el lugar, se lo ofrezco como regalo del Estado federado de Berlín", dijo el jueves el político de la CDU en la Cámara de Representantes. Sin embargo, hasta ahora ni el municipio de Wandlitz, ni el estado federado de Brandeburgo ni el gobierno federal se han interesado por un "donativo tan generoso".

La antigua villa de Goebbels siempre ha supuesto una carga para el ayuntamiento de Berlín, que lleva años buscando cómo deshacerse de la propiedad sin que se convierta en lugar de peregrinación nazi. Por si no resultase suficientemente complicado vender los terrenos por quién fue su antiguo morador, resulta que la villa está clasificada como monumento histórico, lo que supone muchas trabas añadidas para un posible comprador. Y no sólo eso, el terreno también alberga un complejo comunista construido por los soviéticos en 1946.

El "nido de amor" de Goebbels

Goebbels usaba expresiones como "nido de amor" o "idilio de soledad" para referirse a su Villa Bogensee, una mansión financiada por la compañía cinematográfica UFA, intervenida por el gobierno nazi y reconvertida en una de las herramientas de propaganda favoritos de Goebbels.

El edificio principal, con techo a dos aguas y base de piedra natural, tenía 30 habitaciones, una sala de cine de 100 metros cuadrados, granja, casa de huéspedes y salas de reuniones para las SS e incluso un búnker. Tras el fin de la dictadura nazi, los aliados utilizaron el lugar brevemente como hospital militar. En 1946, los soviéticos entregaron el lugar a la Juventud Alemana Libre (FDJ), que fundó allí una academia juvenil.

La cuestión es que nadie desea hacerse cargo de una propiedad envenenada y, desde hace tiempo, las autoridades berlinesas intentan encontrar un uso adecuado para el solar. Por el momento la propuesta más extendida incluye demoler los edificios y renaturalizar el terreno para eliminar los costes anuales de protección y mantenimiento del lugar.

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