
La Unión Europea quiere ayudar a Ucrania, siempre y cuando la cosa no acabe nuevamente con los tractores bloqueando las carreteras. Así que, por un lado ha suspendido los aranceles y cuotas a las importaciones de productos ucranianos pero, por el otro lado, se reserva un "freno de emergencia" para revertir la medida en algunos productos al llegar a un determinado umbral, una medida exigida por Francia precisamente por las presiones de los agricultores. Pues bien, mientras Putin mantiene su asedio, la UE ya ha tenido que tirar de ese freno de emergencia y ha vuelto imponer aranceles a la avena, los huevos y el azúcar ucranianos.
Es un equilibrio complicado. Por un lado, la suspensión de aranceles beneficia obviamente a Urania, pero también a los consumidores europeos, que pueden disfrutar de productos más baratos. Sin embargo, perjudica gravemente a los agricultores de la UE, que no pueden competir con los bajos precios de los alimentos ucranianos. En el caso de España, los más dañados son los agricultores de cereal y girasol que, desde hace dos temporadas, ven cómo los precios en lonja no remontan mientras se disparan sus costes de producción. En Francia, son los huevos y la carne de ave. Y Polonia, Hungría y Eslovaquia, los países limítrofes, directamente han prohibido determinados productos ucranianos, algo que la Comisión considera ilegal.
Y cuando los agricultores europeos bloquearon las carreteras para protestar por el incremento de los costes de producción, las políticas verdes absurdas, el exceso de burocracia y la competencia desleal de terceros países, los Estados miembros se pusieron las pilas ante la llegada inminente de las elecciones europeas. De este modo, aprobaron una prórroga del fin de los aranceles para Ucrania hasta junio de 2025, pero introdujeron el freno de emergencia para la carne de aves de corral, huevos, azúcar, avena, maíz, sémola y miel. Se quedaron fuera del acuerdo la cebada, el trigo blando y su harina. Ese freno se activa automáticamente si los volúmenes de importación de esos productos alcanzan la media anual de registrada entre la segunda mitad de 2021, 2022 y 2023.
Según ha anunciado la Comisión Europea en una nota de prensa, desde el pasado 1 de julio han vuelto los aranceles establecidos dentro del Zona de Libre Comercio de Alcance Amplio y Profundo para las importaciones de huevos y azúcar ucranianas a la UE. Las importaciones de estos dos productos desde principios de 2024 ya superan los volúmenes establecidos. Y lo mismo sucede con la avena que, desde el pasado 19 de junio y hasta el 5 de junio de 2025, ha vuelto a pagar el impuesto de exportación.
Ucrania: potencia exportadora
Ucrania se encuentra entre los principales productores y exportadores mundiales de maíz, trigo y cebada. España lleva años importando cereales de Ucrania para abastecer nuestra amplia y potente cabaña ganadera, concretamente en torno a un 30% o 40% del total del grano que se destina a la fabricación de pienso.
Según ha detallado el Ejecutivo comunitario, Ucrania exportó a todos los terceros países un total de 32.000 toneladas de ovoproductos en 2022 y 57.000 toneladas en 2023. Además de a la UE, también exporta a varios países de Oriente Medio, la Península Arábiga y África Occidental.
En cuanto al azúcar, Ucrania exportó en total unas 181.000 toneladas en 2022 y 508.000 toneladas en 2023. Desde noviembre de 2023, Ucrania empezó a exportar a destinos europeos no pertenecientes a la UE, así como a países de África y Oriente Medio.
Y con respecto a la avena, Ucrania exportó algo más de 7.000 toneladas a todos los terceros países en 2022 y 11.173 toneladas entre julio de 2023 y mayo de 2024, según datos de Bruselas. Además de la UE, también exporta a India, Irak, Libia, Marruecos, Sur África, Suiza, Turquía y Vietnam, entre otros.
Gracias a la eliminación de los aranceles, los flujos comerciales de Ucrania a la UE se han mantenido "notablemente estables" en 2022 y 2023, a pesar de las importantes perturbaciones causadas por la guerra y en contra de la tendencia general de una disminución del comercio de Ucrania en general, señala la Comisión Europea, que también detalla que las importaciones de la UE desde Ucrania ascendieron a 22.800 millones de euros en 2023, en comparación con los niveles anteriores a la guerra de 24.000 millones en 2021.