
Con motivo de las elecciones generales celebradas el pasado 4 de julio en Reino Unido, Libertad Digital y Libre Mercado se han entrevistado con la portavoz del Institute of Economic Affairs, Reem Ibrahim, para comentar los resultados de los comicios y el futuro del centro-derecha y el liberal-conservadurismo en las islas británicas. Graduada en la London School of Economics, nuestra invitada participa habitualmente en un sinfín de medios de comunicación de su país. Nos atiende exhausta, pero siempre risueña, tras una larga noche de trabajo.
"Lo primero que hay que tener en cuenta para analizar los resultados es la naturaleza específica del sistema electoral británico", nos advierte. En efecto sus reglas mayoritarios han hecho que la brecha de 10 puntos que separó a laboristas (33,8%) de conservadores (23,7%) se transforme en un histórico diferencial a la hora de asignar escaños, resultando en 412 para la izquierda frente a apenas 121 para los tories.
También es importante tomar en cuenta el histórico resultado de Reform UK. El partido de la derecha alternativa que encabeza Nigel Farage ha logrado el 14% de los sufragios, aunque esto solamente le permitirá alcanzar un puñado de escaños. "El buen resultado de Nigel Farage debe invitar a la reflexión a los conservadores, que pueden sacar muchas lecciones de lo sucedido", explica nuestra entrevistada.
Además, Ibrahim recuerda que "las encuestas muestran que el 48% de los votantes laboristas expresaron que apoyaron a dicho partido porque querían un cambio en el liderazgo político de las islas, no porque tuviesen especial adhesión o apego a las propuestas de la izquierda. Por lo tanto, el tablero de juego no están tan desplazado al laborismo como uno podría creer si se deja llevar por los titulares".
Cuando le pido más detalle, la responsable de comunicación del think tank liberal más importante de Reino Unido destaca que "los laboristas eran conscientes de que el desgaste del partido conservador no era suficiente para conseguir una victoria. Si querían hacerse con el poder, también necesitaban hacer una campaña muy moderada y presentar un equipo de gestión mucho más centrista. Por eso eligieron a alguien con el perfil Keir Starmer y se alejaron de perfiles como el anterior líder del partido, el muy radical Jeremy Corbyn. También por eso confiaron el área de economía a alguien como Rachel Reeves, que se define como seguidora de Margaret Thatcher en distintos aspectos. Ese también es el motivo por el cual sus propuestas en materia de sanidad pública hablan de una mayor colaboración con el sector privado, mientras que sus ideas en lo referido a la vivienda plantean la necesidad de aumentar la oferta de pisos disponibles".
"Lo que quiero decir con todo esto es que la peligrosa deriva izquierdista y radical del laborismo quedó atrás y la candidatura que se ha impuesto en las elecciones es claramente la plataforma más moderada que ha presentado la izquierda británica en muchos años. No me hago ningunas ilusiones y soy consciente de que parte de esa moderación era puro tacticismo político, pero también creo que es fundamental trasladar al resto del mundo que no es cierto que se haya producido un cambio tan sustancial en la opinión pública como podría deducirse de una mirada superficial a los resultados electorales", zanja Ibrahim.
La portavoz del IEA opina que, "en cierto sentido, la candidatura de Farage al frente del nuevo partido Reform UK ha enseñado a los conservadores cuál es el camino por el que deberían discurrir algunas de sus propuestas en aspectos como la economía. Farage planteaba cambios de calado que de verdad le habrían cambiado la vida a la gente, como por ejemplo disparar el mínimo exento del Impuesto sobre la Renta desde las 12.000 hasta las 20.000 libras esterlinas de renta. Ahora que los conservadores van a tener que replantear su programa y elegir un nuevo liderazgo, tienen que tomar en consideración ese tipo de propuestas, puesto que han demostrado ser populares con una parte importante del electorado", apunta confiada.
Ibrahim da por descontado el adiós de Sunak pero, ¿quién será su reemplazo? En las filas del Partido Conservador "había algunas figuras que sonaban para el futuro pero han salido muy tocadas. Por ejemplo Penny Mordaunt no ha salido reelegida como diputada, o sea que probablemente estamos ante el final de su periplo... En cambio, se habla mucho de personas como Kemi Badenoch, que tiene un perfil claramente liberal y está firmemente comprometida con la renovación de la derecha británica".
Reem sabe que "después de casi quince años de dominio conservador, era lógico que se produjese un cambio. Fueron muchos liderazgos seguidos: Cameron, May, Johnson, Truss, Sunak... Al final esos continuos reemplazos generaron un desgaste en la marca electoral de los tories. La salida pasa ahora por un proceso tranquilo y serio basado en ideas, propuestas y principios, con la mirada puesta en aplicar de verdad las bases de una plataforma política de corte liberal-conservador. Si uno entiende lo ocurrido en las elecciones puede ver que los británicos no hemos dado un gran giro a la izquierda, aunque pueda parecerlo. Ahora se trata de construir nuevamente un movimiento ganador y ahí tiene que haber un compromiso claro con las ideas liberales".