
A comienzos de verano, allá por el mes de junio, en una acalorada jornada parlamentaria, la vicepresidenta primera del Gobierno y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, proclamaba abiertamente que en España "clase media son todos los ciudadanos que cobran el salario mínimo interprofesional, que este Gobierno ha aumentado hasta el 54%" y también metía en la clase media a "los 10 millones de pensionistas", de los que también presumía de haber subido la pensión.
Y por más que recibiera críticas, o que sus proclamas trataran de sacar pecho de lo que, para ella misma y su gobierno, eran logros o buenas noticias, la realidad es que tiene razón. Y ese es el drama.
Algo parecido ha pasado este mismo martes, cuando el portavoz socialista en el Congreso, Patxi López, ha difundido un vídeo a través de redes sociales cargando contra el PP por negar que la economía española vaya como un cohete. Decía López que el porcentaje de españoles con sueldos bajos está disminuyendo y esto es gracias al aumento del empleo y a la subida del SMI. Y, de nuevo, ese es el drama.
El @ppopular sigue negando que la economía en España va extraordinariamente bien.
📉 El porcentaje de españoles con sueldos bajos está disminuyendo y esto es gracias al aumento del empleo y a la subida del SMI.
Ellos prefieren negarlo todo y protestar por todo.
🌹 @patxilopez pic.twitter.com/awIAjzfmI6
— PSOE Congreso (@gpscongreso) August 20, 2024
El drama es que un español que cobre 15.876 euros brutos anuales en España en 2024 (SMI), es clase media. Es decir, alguien que vive con algo más de 1.200 euros al mes en España, es considerado clase media, cuando en casi cualquier otro país desarrollado, sería considerado de clase baja.
Es un drama que, de acuerdo con los datos correspondientes a 2022 del World Inequality Database, las personas que en España ingresan más de 30.000 euros brutos anuales forman parte del 35% más rico del país. Más aún, una persona que ingrese 4.000 euros netos al mes en España, pertenece al 5% más rico del país. Otro drama: 7 de cada diez españoles vive con menos de 3.000 euros netos mensuales.
Pero si atendemos a los datos de la OCDE correspondientes a 2019, vemos que no ha cambiado nada. En aquel año, antes de la pandemia, era necesario ganar 30.000 euros brutos anuales, o más, para estar entre el 35% más rico de España. Es decir, que estamos estancados, con una población a quien se le dice que es clase media por cobrar el salario mínimo interprofesional.
Además, en cuanto al nivel patrimonial de los españoles, es decir, la acumulación de patrimonio: liquidez, viviendas, fondos de inversión, planes de pensiones, etc. Es de 60.000 euros de media. La mitad de España tiene menos de esos 60.000 euros de patrimonio y la otra mitad más. De entre los que menos tienen, un 20% tienen un patrimonio neto negativo, es decir que tienen más deuda que activos. Y sólo un 2% de la población tiene un patrimonio superior a 1 millón de euros.
Estos datos es necesario contextualizarlos, ya que hablan sólo de individuos, no de núcleos familiares, ni tampoco tiene en cuenta la geografía en la que desarrollan su actividad, ya que no es lo mismo vivir con el salario mínimo en una ciudad como Madrid, Barcelona o Valencia, que hacerlo en una ciudad pequeña o en algún pueblo, donde los precios de vivienda y servicios son infinitamente más bajos.
En cualquier caso, dan la medida de la distribución salarial en España, con estándares alejados de aquellos países de la UE en los que deberíamos mirarnos, al menos, en lo que a renta per cápita se refiere, como puedan ser Luxemburgo o Irlanda.
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