
El primer ministro de Portugal, Luis Montenegro, sigue apostando por reducir la carga fiscal de la vivienda como medida para aliviar la subida de precios que ha venido experimentando el sector inmobiliario en el país luso. Tal y como avanzó Libre Mercado el pasado mes de marzo, el nuevo Ejecutivo tiene previsto bajar próximamente el IVA aplicable a la compra de vivienda hasta dejarlo en un tipo ultra reducido.
El plan de Montenegro, que ha sido discutido en las últimas semanas por el propio primer ministro y por su ministra de Hacienda, Miranda Sarmento, pasa por dejar en el 6% el IVA aplicable a la construcción de obra nueva y a los proyectos de rehabilitación. Se trata, pues, de una reducción muy notable, puesto que el tipo de referencia en la actualidad es del 6%.
Esta reducción de 17 puntos porcentuales en la fiscalidad de la vivienda no es la única mejora prevista. De hecho, en junio se aprobó la exención del Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y del Impuesto de Actos Jurídicos Documentados, una medida que beneficiará a los jóvenes menores de 35 años y que fue aprobada con apenas 5 votos en contra en un parlamento que agrupa a 230 representantes.
Asimismo, el gabinete de centro-derecha encabezado por Montenegro ha anunciado que tiene previstas otras medidas orientadas a aumentar la oferta de vivienda disponible para compra-venta y alquiler. Si cumple el manifiesto programático que le permitió alcanzar la jefatura de gobierno, el primer ministro procederá a (1) eliminar tasas asociadas a la concesión de licencias, (2) sacar al mercado edificios y suelo que están en manos del sector público y, o bien están vacíos, o bien están infrautilizados, (3) acabar con los controles de precios del alquiler, y (4) densificar los proyectos urbanísticos permitiendo más alturas en los nuevos edificios residenciales.
La herencia recibida
El gobierno de Montenegro ha afirmado que el despliegue de estas medidas se acomodará siempre a los objetivos de estabilidad presupuestaria. "El anterior gobierno decía que las arcas estaban llenas, que el país nadaba en dinero… Lo cierto es que intentaron confundir al país y nos dejaron un peligroso aumento del gasto que estamos revirtiendo para que no haya motivos de alarma", apuntó al respecto el propio Luis Montenegro.
Sobre esta cuestión, la titular de Hacienda, Miranda Sarmento, ha lamentado que el gobierno saliente del Partido Socialista se apresuró a vaciar las arcas públicas tras su derrota en las eleciones generales de marzo. "Después de las elecciones se aprobaron 960 millones de euros en concepto de créditos que no estaban contemplados en le presupuesto. Si se suman todas las medidas extraordinarias que se adoptaron tras el anuncio de la dimisión de António Costa, hablamos de 2.500 millones…", apuntó la responsable del Tesoro luso, que afirmó que el sector público "pasó de superávit a déficit en el primer trimestre del año", coincidiendo con la campaña a las elecciones generales que culminaron con la victoria del PSD de Montenegro, homólogo del PP español.