El más reciente informe de la consultora Freemarker CI enciende las alarmas sobre el futuro de los jóvenes españoles. La entidad presidida por Lorenzo Bernaldo de Quirós pone de manifiesto una preocupación cada vez más compartida: a saber, que los jóvenes de nuestro país perciben cada vez más difícil el reto de vivir igual o mejor que sus padres.
El documento destaca la nefasta situación laboral de los jóvenes. Pese al discurso del gobierno de PSOE y Sumar, los datos son demoledores. En 2023, el 62% de los jóvenes de entre 16 y 19 años tenían un contrato temporal, porcentaje que asciende en la franja de 20 a 24 años. La media nacional, del 17%, es marcadamente inferior a los umbrales observados entre los jóvenes, circunstancia que también se da cuando nos fijamos en los salarios, que se sitúan alrededor de un 35% por debajo de la norma.
A esta última cuestión hay que sumarle un agravante: a saber, el hecho de que la mejora de los salarios que suele darse con el paso de los años se está produciendo con mucha más lentitud en el caso de las nuevas generaciones. Así, los nacidos en 1955 alcanzaron la base media de cotización a la Seguridad Social en su vigésimo séptimo cumpleaños, mientras que los nacidos en 1985 hicieron lo propio en el momento de cumplir treinta y cuatro años, es decir, siete años más tarde que antaño. Por otro lado, el documento recalca que la tasa de paro es mucho mayor en el caso de los jóvenes (22,4%) que entre el conjunto de la población (12,9%).
No sorprende, pues, que más de la mitad de los jóvenes de entre 16 y 29 años vivan en hogares que tienen dificultades para llegar a fin de mes, como tampoco puede resultar extraño que la renta familiar de los hogares jóvenes haya terminado situándose hasta un 40% por debajo de la media en el caso de los hogares compuestos por jóvenes que no han completado estudios superiores.
Pero, si acaso todo esto no es suficiente, el informe de la entidad presidida por Lorenzo Bernaldo de Quirós recuerda que el peso político de los jóvenes es cada vez más pequeño, puesto que el invierno demográfico ha debilitado su importancia electoral y ha decantado el tablero político hacia las generaciones más veteranas. Así, mientras que los jóvenes de 16 a 29 años eran el 21,1% de la población en 1980, hoy ese porcentaje es del 14,8%, con sesgo a la baja debido al desplome de la natalidad, que ha caído de 688.711 nacimientos al año hace medio siglo a 322.075 nacimientos el pasado curso 2023.
Las encuestas de felicidad y satisfacción vital reflejan que, en efecto, "España no es país para jóvenes". En el Informe Mundial de la Felicidad vemos que España ocupa el puesto 36 de la tabla, pero el resultado desagregado revela que, si nos centramos en la población de mayor edad, nuestro país asciende al número 29 de la lista, mientras que en el caso de los jóvenes, sus niveles de felicidad y satisfacción vital se sitúan en el escalón número 55 de la lista.
La (mala) política golpea a los jóvenes
Freemarket CI tiene claro que la mala política formativa y de vivienda está contribuyendo directamente a agravar la situación. En relación con la educación, el documento recuerda que nuestro país tiene la segunda tasa más alta de abandono prematuro de la educación y de la formación de toda la UE (casi el 14%), solamente por detrás de Rumanía. Asimismo, somos el séptimo país con más "ninis", ya que el 12% de nuestros jóvenes "ni estudian, ni trabajan".
El Informe PISA de la OCDE pone de manifiesto que la educación pública que tanto ensalza el gobierno de Pedro Sánchez exhibe, en realidad, unos resultados mediocres que, de hecho, son cada vez peores. En matemáticas, hemos pasado de 484 a 473 puntos durante la década 2012-2022. En el mismo periodo, la caída es de 488 a 474 puntos en el caso de la lectura, mientras que el resultado cosechado en ciencias supone un descenso de 496 a 485 puntos. Sin embargo, el estudio PISA tiene una contraparte elaborada asimismo por la OCDE y centrada en medir el desempeño de los colegios privados. En este mismo frente vemos que tales centros logran 521 puntos en lectura, 525 en matemáticas y 517 en ciencias. Si la calificación media de la educación pública es de 477 puntos, el resultado promedio de los centros privados es de 521 puntos.
Algo similar ocurre con las universidades. La tasa de paro de los hombres con titulación superior en España asciende al 6,1%, frente al 3,4% que se observa en la Unión Europea. Para las mujeres, la brecha va del 8,6% observado en nuestro país al 4,1% alcanzado al calcular el promedio para el el conjunto de la UE-27. No obstante, los egresados de centros privados presentan una tasa de inserción laboral del 72,2%, mientras que la de los graduados de las universidades públicas se queda en el 59,9%. De igual modo, las bases de cotización de los licenciados que proceden de centros privados son un 12% más altas que las de sus contrapartes con una hoja universitaria ligada a una universidad pública.
Además de la educación, Freemarket CI carga las tintas contra la política imperante en materia de vivienda. En España, el 66% de quienes tienen 18-34 años residen en el hogar familiar, 13 puntos más que en 2008 y 16 puntos más que el promedio comunitario. La proporción de jóvenes propietarios ha bajado alrededor de un 37% durante la década 2011-2022. Para la consultora, "los problemas que hoy vemos en este ámbito tienen mucho que ver con la Ley de Vivienda, que introdujo medidas de control de los precios del alquiler así como otras restricciones del derecho de propiedad". A todo ello hay que sumarle una amalgama de costes, como los impuestos, las tasas municipales, los gastos de mantenimiento… así como el riesgo regulatorio vinculado a la dificultad de expulsar a inquilinos que incumplen contratos o usurpadores que okupan domicilios ajenos.
Desde que entró en vigor la Ley de Vivienda, la oferta de alquiler de vivienda habitual ha caído un 37%, mientras que el precio ha subido un 13% a pesar de la voluntad explícita de la norma, que aspira a reducir el coste de los arriendos. Se repite, pues, el fiasco apreciado en Berlín, donde la oferta de alquiler ha caído casi un 40% y los precios también han seguido aumentando.
Freemarket CI propone introducir el cheque escolar para diversificar la oferta educativa y financiar de esta forma la prestación universal de la educación por parte de empresas, fundaciones y otras entidades privadas: "este modelo existe ya en numerosos países como Nueva Zelanda, Polonia, Australia, Suecia y diversas regiones de Estados Unidos, Canadá o Italia", apunta el documento. En cuanto a la vivienda, el informe aboga por "flexibilizar los contratos de alquiler y acabar con la restricción de suelo por parte de las Administraciones", además de facilitar que grandes tenedores de vivienda puedan hacer macro-proyectos de inversión en este ámbito".