El mercado no estaba pendiente de otra cosa: la cita de la semana, casi del verano, era la reunión de la reserva federal de septiembre en la que todo el mundo descontaba una importante bajada de los tipos de interés por parte de las autoridades monetarias norteamericanas.
En los días previos a la reunión, cundió la especulación sobre una bajada de tipos todavía mayor a la esperada: una bajada de 0,5% y no del 25% como ya había descontado el mercado. Una decisión que, a juicio de no pocos analistas y expertos podría dar señales al mercado lejos de las esperadas (una subida en los mercados de capitales y una recuperación económica de la maquinaria norteamericana). Si finalmente Powell optaba por bajar 50 puntos básicos los tipos y no 25, muchos interpretarían que la economía norteamericana tiene señales de debilidad mayores a las que ya estaba descontando el mercado y esto podría provocar reacciones negativas. Y así fue. Tras la decisión comunicada por la Fed, los mercados cayeron, aunque lo hicieron muy tímidamente.
Tanto, que este jueves, Europa ha amanecido con importantes avances. El caso del Ibex 35 es evidente, ya que consolida los 11.700 puntos con un avance del 0,45% en los primeros compases de cotización hasta los 11.740 puntos. El resto de boslas europeas registraban durante la mañana del jueves avances similares.
Finalmente, el Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) de la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) decidió bajar los tipos de interés en 50 puntos básicos por primera vez desde marzo de 2020, lo que los ha dejado en el rango objetivo del 4,75% al 5%.
En su comunicado, la entidad subrayó que dispone de una "mayor confianza" en que la inflación está convergiendo de forma sostenida con el objetivo de estabilidad de precios del 2% y que los riesgos para optimizar empleo e inflación están "más o menos equilibrados".
"Los indicadores recientes sugieren que la actividad económica ha seguido creciendo a buen ritmo. El aumento del empleo se ha ralentizado y la tasa de paro ha subido, pero sigue siendo baja. La inflación ha seguido avanzando hacia el objetivo del 2% fijado por el Comité, pero sigue siendo algo elevada", ha resumido la Fed.
Sólo el ala hawkish de la Fed, Michelle Bowman, partidaria de una política monetaria menos acomodaticia, optó por una reducción de 25 puntos básicos.
Además, en la reunión de ayer, la Fed publicó la actualización de sus previsiones macroeconómicas, así como las estimaciones de sus miembros sobre la evolución de los tipos de interés.
La proyección central de la Fed apunta a que los tipos de interés se situarán en 2024 entre el 4,4% y el 4,6% frente a la proyección de junio del 4,9% y el 5,4%. Para 2025, la previsión es que la horquilla esté entre el 3,1% y el 3,6%, cuando el pronóstico anterior arrojaba un intervalo del 3,9% y el 4,4%.
En cuanto a la evolución macroeconómica, el instituto emisor ha mantenido mayormente sus perspectivas. Aun así, ha revisado en una décima a la baja, hasta el 2%, el crecimiento del PIB del país en 2024. Después, el crecimiento previsto para 2025 y 2026 se ha conservado en el 2% para ambos ejercicio. En 2027, la economía se expandiría otro 2%.
Con respecto al desempleo, la Fed estima que el país tenga una tasa de paro del 4,4% en 2024, cuatro décimas más que lo estimado hace tres meses. Para 2025 se mantendrá estable en el 4,4% para moderarse en una décima por año hasta el 2027, cuando se quedaría en el 4,2%.
Por su parte, la inflación será del 2,3% a finales del año, tres décimas menos que en las previsiones de junio, al tiempo que la variable subyacente, que excluye de su cálculo los precios de la energía y los alimentos por su mayor volatilidad, estará en el 2,6%, dos décimas menos. En 2025, el índice general será del 2,1% y el subyacente del 2,2%, mientras que en 2026 ambas variables coincidirán en el 2%.