Javier Milei inauguró la sesión de la bolsa estadounidense el pasado lunes. Acompañado de algunas de las figuras más relevantes de su Administración, presentó un ambicioso plan para reducir el endeudamiento público, tumbar la inflación y liberalizar la economía. Estas palabras pronunciadas sobre el parqué ratificaron su compromiso con la adopción de reformas estructurales.
Los indicadores de actividad muestran que los cambios que Milei está poniendo en marcha en Argentina empiezan a dar frutos. Esta semana ha sido especialmente positiva para el sector energético, puesto que ha trascendido que la producción de gas y petróleo ha subido con fuerza. En comparación con el pasado ejercicio 2023, el aumento es del 6% y del 14%, respectivamente. Esto ha permitido elevar las exportaciones de energía cerca de un 9%. La mejora se ve impulsada por la entrada de capital foráneo y el apetito que despiertan explotaciones críticas para el futuro de Argentina, como Vaca Muerta. Otros sectores que están creciendo incluyen la agricultura (+23,6%) y la minería (+5,7%).
Estos desarrollos no han pasado inadvertidos en Wall Street, donde inversores como Robert Citrone describen a Javier Milei como un "revolucionario" y hablan de Argentina como "la mejor oportunidad de inversión de la década". De momento, su fondo Discovery Capital ya ha entrado en el accionariado de compañías como Vista Energy e YPF y espera que las cotizaciones de estas firmas se multipliquen por cuatro o cinco en el próximo bienio.
La amnistía fiscal también está dando buenos resultados. Estas medidas excepcionales, anunciadas por Milei el pasado verano, han contribuido a aflorar 9.900 millones de dólares que ahora están dentro del sistema financiero argentino y, por tanto, contribuyen a facilitar el eventual giro hacia un paradigma monetario basado en la divisa estadounidense.
La cuestión de la pobreza
Si todo lo anterior es tan prometedor, ¿por qué entonces leemos titulares en los que se nos habla del aumento de la pobreza en Argentina? ¿Acaso todas estas cifras "macro" carecen de impacto práctico en la vida de millones de ciudadanos? ¿De qué sirven los grandes titulares si la pobreza cerró el primer semestre en un 52,9% y la indigencia alcanzó el 18,1%?
De responder estas preguntas se ha ocupado Daniel Fernández en una nueva entrega de su boletín UFM Reform Watch, que evalúa de forma continua el desempeño de la economía argentina y hace un seguimiento del impacto de las reformas desarrolladas por el nuevo gobierno liberal.
Lo cierto es que, si analizamos la evolución de los salarios reales en Argentina durante el ejercicio 2023 podemos ver que la acusada tendencia a la hiperinflación heredada por Javier Milei hizo que, durante el conjunto del pasado año, esta rúbrica se desplomase hasta caer casi un 20% en los últimos meses del curso. De modo que el presidente liberal heredó una situación desastrosa. Sin embargo, después de registrar caídas cercanas al -5% entre enero y marzo, los salarios reales fueron a más entre abril y junio, culminando el primer semestre con cifras de aumento cercanas al +5%.
¿Y qué va a pasar de ahora en adelante? Parece fácil anticipar que la pobreza va a ir a menos, puesto que, de hecho, ya está ocurriendo eso mismo. Así, como vemos en el siguiente gráfico, la tasa de pobreza ya habría caído del 54,9% al 49,4% si comparamos el primer y el segundo trimestre del año, mientras que los indicadores de indigencia habrían descendido del 20,3% al 15,9%.
Al calor de estos datos, Daniel Fernández anticipa que "la pobreza va a seguir cayendo con fuerza durante los próximos meses, gracias a la mejora en el salario de los trabajadores, sobre todo los más pobres. Así, es sabido que los trabajadores del sector privado que están en situación de empleo informal suelen ser los más vulnerables y, en efecto, estos trabajadores son los que vieron caer más su salario hasta abril 2024, lo que explica parte importante del incremento inicial en los indicadores de pobreza. Sin embargo, estos salarios son los que más crecen ahora y, mientras que en abril presentaban una caída acumulada cercana al 30%, ahora ya están un 10% por debajo de las cotas alcanzadas antes de la llegada de Milei al gobierno, con una clara tendencia al alza".
Esto significa que los titulares alarmistas sobre la evolución de la pobreza en Argentina ignoran la evolución trimestral y simplemente ponen el acento en datos semestrales que ayudan a enmascarar una mejoría cada vez más evidente en las condiciones de vida de los ciudadanos del país del Cono Sur.