Las tiendas de mascotas ya no pueden vender gatos, perros y hurones, tras finalizar el año de moratoria que les dio la ley de Bienestar Animal. Esto ha supuesto un duro golpe para los negocios familiares, como en el caso de la tienda de mascotas Aquanatura (Barcelona). Su propietario, Alejando Serrat, ha contado a Libre Mercado que gracias a la ley de los "talibanes animalistas" va a perder un 80% de su facturación.
Los cachorros que se vendían hasta este pasado sábado en la tienda de Aquanatura procedían de un criadero situado en El Ampurdán (Gerona), propiedad también de Alejandro Serrat. Cuando los cachorros tenían la primera tanda de vacunas, se les trasladaba a la tienda donde los clientes podían acercarse las veces que lo necesitasen a mirar, pensar su decisión, hablar con los veterinarios de la tienda y recibir un asesoramiento adecuado.
"Ahora te dan ganas de llorar. Este lunes ni he bajado a la tienda y el domingo estuvimos recogiendo todo. Ves las instalaciones que se hicieron hace 8 años, que costaron 300.000 euros en un local alquilado (se pueden ver en el vídeo que acompaña a esta noticia). Y todo para que los animales estuviesen bien, tuviesen agua corriente, separaciones, una sala de observaciones, sala de curas... Y todo para nada", se lamenta Serrat.
"Nosotros somos una tienda grande pero familiar y con esto nos quitan el 80% de la facturación. Además de eso, tenemos 20 trabajadores entre veterinarios y auxiliares veterinarios porque queremos que los animales estén cuidados", explica. "Y este lunes no he tenido corazón de bajar a la tienda. ¿Qué les voy a decir? ¿Que me sobran 15 o 16 trabajadores porque ya no puedo tener perros en la tienda? No les podré pagar. Este mes que viene perderé 25.000 euros". Y recalca: "Sólo hablo de mi tienda. Otros muchos ya han cerrado".
"No acabará con la cría ilegal"
Le peguntamos si la medida acabará con la cría ilegal de perros procedente de Europa del Este y Serrat lo tiene muy claro: "No. El año pasado ya aumentó un 70%. Y cada vez que bajo del criadero hasta Barcelona, me encuentro una de esas furgonetas en las que traen 200 cachorros de golpe vendiendo animales en las gasolineras. El 80% de los cachorros que se ofertan en páginas de anuncios viene de allí".
De hecho, denuncia, "hay algunos criaderos que están blanqueando este negocio comprando cachorros del extranjero y vendiéndolos como si se hubiesen criado en España. Y esto ha pasado muchísimo este año".
La ley animalista se hizo principalmente para evitar el abandono, algo que, señala Serrat, es difícil que ocurra con los perros que salen de una tienda con sus vacunas en regla y su chip. "Debería haberse hecho una normativa trabajada, reuniéndose con todos los sectores afectados, pero no lo que han hecho unos talibanes animalistas que no tienen ni idea de lo que son los animales", critica Serrat. "Y así sale lo que ha salido: más perros abandonados que antes".
"Nos han matado"
Serrat no se plantea vender perros en su propio criadero. Considera que no es apropiado permitir la entrada de personas que han estado en contacto con otros animales, tal vez enfermos, a unas instalaciones donde hay cachorros sin vacunar.
Así que, ahora duda sobre cómo va a sacar su negocio adelante, porque la única posibilidad que baraja es vender los cachorros a través de fotografías y vídeos (al igual que hacen las mafias de cría ilegal) pero sin permitir que los clientes puedan visitarlos en el criadero para no comprometer la salud del resto.
"La mayoría de gente que tiene una tienda con perros y gatos lo hace por vocación porque este es un trabajo con horas extra y sin vacaciones. Y esto (la ley de Bienestar Animal) es lo que nos ha matado".