Este martes se ha apagado la última planta de carbón de Reino Unido, Ratcliffe-on-Soar ,situada en Nottinghamshire, en el centro del país. La planta comenzó a operar en 1968 con cuatro calentadores y una chimenea de 199 metros y su apagado se convierte en un símbolo de un cambio de era para un país vinculado a este tipo de energía desde 1882.
El ministro de Energía, Ed Miliband, ha querido recordar el papel que el carbón ha tenido en la economía inglesa en un mensaje publicado en Twitter: "El cierre de la última central eléctrica de carbón es un momento para conmemorar la increíble contribución del carbón a nuestro suministro de energía y agradecer a los trabajadores que impulsaron nuestro país".
The closure of the last coal power station is a moment to mark the incredible contribution of coal to our energy supplies and thank the workers who powered our country.
My piece below on a historic day. 👇
— Ed Miliband (@Ed_Miliband) October 1, 2024
https://t.co/QX4LIWx8uC
La noticia del cierre de la planta, en activo desde hace 142 años y que ahora será demolida en un plazo de dos años, ha sido acogida con alborozo por distintas agrupaciones ecologistas. Greenpeace y Amigos de la Tierra en Reino Unido se han jactado de su contribución a este cierre con campañas que se han extendido durante "décadas".
Otros colectivos como Just Stop Oil han aprovechado para cargar contra el gobierno británico señalando que "es una vergüenza" el hecho de que "el quinto país más rico del mundo" haya dejado de quemar carbón en 2024. "El Reino Unido ha quemado más carbón y, como resultado, ha emitido más dióxico de carbono (CO2) que la mayoría de los países con petróleo, gas y carbón juntos", dicen.
Mientras, Greenpeace ha considerado que el cierre de la última central de carbón en Reino Unido es "una victoria trascendental para el clima y la salud de las personas" y ha pedido "aprender" de las "lecciones" de este proceso en el marco de los "futuros pasos" que dé el país para dejar de utilizar los combustibles fósiles. "Mientras celebramos este momento histórico, el nuevo gobierno del Reino Unido debe mirar hacia un futuro brillante y libre de combustibles fósiles, con una transición justa y bien financiada hacia empleos de energía limpia para los trabajadores del Reino Unido", echando balones fuera sobre los miles de empleos que puede costar la transición verde.
Por su parte, Amigos de la Tierra ha incidido en que seguirá adelante "hasta que todo el carbón quede bajo tierra" y ha reprochado que Reino Unido siga extrayendo carbón para el acero y otras industrias, aunque no lo queme para generar energía.