El Ministerio de Sanidad y el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) han presentado los resultados de la segunda oleada del Barómetro Sanitario 2024, revelando que, a pesar de que la sanidad pública se financia con impuestos generales desde 1997, el 49% de los ciudadanos sigue creyendo erróneamente que el sistema se sostiene total o parcialmente con las cotizaciones de los trabajadores. Solo un 46,2% de la población reconoce correctamente que los impuestos de todas las personas son la fuente principal de finanzas.
El informe recoge datos sobre la percepción general de la población respecto a los servicios de urgencias. Se sitúa como los servicios mejor valorados con 7,48 puntos para el 061 y 7,22 para el 112.
La edición de 2024 también ofrece información acerca de cómo perciben los ciudadanos la igualdad de trato en la sanidad en función de distintos aspectos. La mayoría no percibe discriminación pero un 38% considera que existe diferencias en los servicios recibidos dependiendo de la comunidad autónoma de residencia.
Más problemas de salud mental
Otra novedad en la edición de 2024 es que se exploran por primera vez algunos aspectos relacionados con la atención a los problemas de salud mental. Un 19,2% de los entrevistados refieren haber tenido necesidad de consultar a un profesional sanitario en los últimos 12 meses por un problema de salud mental o por un malestar psicológico o emocional. En abril, en la primera oleada, fue de un 17,8%.
Del 50% que refieren haber sido atendidos principalmente en la sanidad pública, el 22,7% consiguió su cita en menos de 30 días, el 44,4% en un plazo entre 1 y 3 meses y otro 23,8% tardó más de 3 meses para ser atendido en consulta.