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Los planes de Sánchez condenan a España a incumplir la regla de deuda de la Eurozona hasta 2055

El gobierno dice "garantizar la sostenibilidad de las cuentas públicas" mientras prepara el camino para encadenar 45 años de excesivo endeudamiento.

El gobierno dice "garantizar la sostenibilidad de las cuentas públicas" mientras prepara el camino para encadenar 45 años de excesivo endeudamiento.
El presidente del Ejecutivo, Pedro Sánchez, llega al hemiciclo del Congreso. | EFE

España lleva catorce años incumpliendo la regla de referencia de la Eurozona en materia de endeudamiento. Los países miembros del área monetaria única están obligados a situar el stock de deuda pública por debajo del 60% del PIB, pero nuestro país no ha cumplido con este requisito desde 2010 y, lo que es peor, todo apunta a que encadenaremos muchos años más en esta situación.

Si echamos la vista atrás, encontramos que la deuda pública emitida por el Reino de España alcanzaba el 51,2% del PIB cuando entró en circulación el euro, en 2002, y bajó hasta el 35,7% del PIB en 2007, al calor de unos ingresos tributarios "inflados" por la burbuja inmobiliaria. Desde entonces, este ratio fue creciendo hasta rebasar por primera vez el umbral del 60% del PIB en 2010.

Las reglas originales del euro pedían a los países miembros del área monetaria única un límite de endeudamiento público inferior al 60% del PIB, así como un déficit menor del 3% del PIB. Desde que España se anotó una deuda del 60,3% del PIB en 2010, no ha habido un único ejercicio fiscal en el que nuestro país haya respetado estas condiciones básicas de pertenencia a la Eurozona.

Así, la deuda fue del 69,5% del PIB en 2011, del 89,6% en 2012, del 100% en 2013 y del 104,4% en 2014. Las políticas de estabilización del gobierno de Mariano Rajoy lograron revertir la tendencia a más heredada de Rodríguez Zapatero a partir de 2015, cuando el ratio cayó al 102,5% del PIB. En los siguientes años 2016, 2017 y 2018, la deuda alcanzó el 102%, el 101,2% y el 99,8% del PIB, respectivamente.

Tras la llegada al gobierno de Pedro Sánchez, este indicador pasó del 97,7% del PIB alcanzado en 2019 al pico del 119,3% registrado en 2020. Superada la pandemia del covid-19, la deuda ha alcanzado el 115,7% del PIB en 2021, el 109,5% en 2022 y el 105,1% en 2023. Las cuentas remitidas por el gobierno a Bruselas avanzan que la deuda será del 102,5% del PIB en 2024, de modo que seguimos en cotas equivalentes al año 2015 y no recuperaremos el umbral observado en 2019 hasta 2028 o 2029. Peor aún, el escenario que plantea el gobierno contempla que la deuda baje al 90,6% del PIB en 2031 y al 76,8% en 2041, de manera que el desempeño de España seguirá por encima del umbral del 60% del PIB durante al menos 18 años más.

Pero un 76,8% no es un 60%. Por tanto, ¿cuándo tendrá que esperar España para llegar a una deuda pública inferior al 60% del PIB? De acuerdo con el gobierno, el ritmo de reducción de la deuda será de apenas 1,2 puntos porcentuales para el periodo 2031-2041, pasando del 90,6% al 76,8% del PIB. Si se mantiene dicho ritmo, en 2041 serían necesarios otros 14 años más para llegar al 60% del PIB, de modo que España solamente cumpliría las reglas básicas de la Eurozona en 2055 y encadenaría 45 ejercicios consecutivos de incumplimientos fiscales, una situación a todas luces bochornosa que explica muchos de los males económicos que hoy enfrenta España.

El pasado año 2023, el Instituto Juan de Mariana estimó que recortar la deuda hasta alcanzar el umbral de referencia del 60% del PIB aumentaría la producción económica en 4,6 puntos, ampliando el tamaño de la economia española en 62.000 millones de euros o, lo que es lo mismo, 3.900 euros por hogar. Esta cifra pone de manifiesto el daño que causa un elevado stock de endeudamiento público para el desempeño económico y su efecto adicional sobre la riqueza del país.

¿La clave para estar tan lejos de cumplir con el 60% del PIB? Un gasto que desborda el crecimiento e imposibilita una reducción notable del stock de deuda sobre el PIB. En efecto, en los planes fiscales enviados a Bruselas, el gobierno ha planteado un aumento anual del gasto muy significativo para el periodo 2025-2031. Se incrementará un 3,7% en 2025, un 3,5% en 2026, un 3,2% en 2027, un 3% en 2028 y 2029, un 2,5% en 2030 y un 2,4% en 2031, a pesar de que el PIB potencial será del 1,9% en 2024, el 2% en 2025, el 2,1% en 2026, el 1,8% en 2027 y el 1,6% en 2028. El claro desbordamiento del gasto en relación con el crecimiento explica por qué la deuda baja a un ritmo tan bajo y por qué España puede llegar a encadenar 45 años consecutivos por encima del umbral del 60% del PIB. Pese a todo, el ministerio de Economía ha anunciado que estos plantes "garantizan la sostenibilidad de las cuentas públicas".

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