Francia tiene graves problemas de déficit y, mientras el Gobierno busca nuevas tasas para llegar a fin de mes, una propuesta se ha colado sobre la mesa: el impuesto para los propietarios de perros. La idea se ha vuelto sumamente atractiva para las arcas galas después de que este impuesto recaudase 421 millones de euros en Alemania durante 2023, según informa Les Echos.
En Berlín, el impuesto sobre perros es de 120 euros al año por el primer animal y de 180 euros por cada perro adicional. Pero esa cantidad se dispara en el caso de las razas consideradas peligrosas. Por ejemplo, en Frankfurt, cada propietario de Rottweiler debe pagar 900 euros.
Pero Alemania no es el único país que aplica impuestos a los dueños de perros. En Suiza, la tasa oscila entre los 106 y 213 euros al año, dependiendo del peso y el tamaño del animal. Holanda también tiene el impuesto de los perros y los habitantes de Rotterdam pagan unos 121 por tener un perro en casa, una tasa que desciende hasta los 75 euros en las ciudades fronterizas.
971 millones de euros al año
En Francia, el 32% de los hogares franceses tenían un perro en 2023, según el archivo nacional de identificación de perros, gatos y hurones . El año pasado, el Archivo Nacional de Francia identificó 9.712.324 perros. Si por cada animal se gravara, por ejemplo, con 100 euros al año, el Estado francés recaudaría unos 971 millones de euros al año.
No sería la primera vez que Francia aplica este impuesto. Ya existía en el siglo XIX con el objetivo de limitar el número de perros callejeros y luchar contra la rabia. Según explica Les Echos, esta tasa se abolió definitivamente en 1971, aunque por aquel entonces llegó a generar alrededor de 600.000 francos, el equivalente actual de casi 711.000 euros.