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Domingo Soriano advierte de que "el fin de Muface va a colapsar aún más la sanidad pública"

Soriano asegura que el Gobierno está a la deriva y sin rumbo. "Lo de Muface es otro disparate dentro de la inseguridad jurídica que sufre España".

El análisis de Domingo Soriano: El desmantelamiento de Muface

El audio empezará a sonar cuando acabe el anuncio

Soriano asegura que el Gobierno está a la deriva y sin rumbo. "Lo de Muface es otro disparate dentro de la inseguridad jurídica que sufre España".
La ministra de Sanidad, Mónica García | Europa Press

España sufre una inseguridad jurídica no vista en mucho tiempo. El gobierno de Sánchez y sus socios tienen en vilo a todo el país. La incertidumbre sobre una mayor presión fiscal del Gobierno genera inseguridad en muchos sectores empresariales.

Las Socimis han amenzado con marcharse del país, mientras que los socios de Sánchez no consiguen ponerse de acuerdo con las reformas fiscales. Ahora, la reforma de la Ley de Enjuciamiento Criminal que afectará a la okupación y el desmantelamiento de Muface suman más problemas.

Sistema público colapsado

Domingo Soriano ha analizado en La Noche de Dieter que "España debería estar preocupada con Muface, ya que más de un millón de personas pueden pasar de estar en la sanidad privada a la pública". Sin embargo, asegura que Muface "no tiene ningún sentido", ya que se trata de que los funcionarios públicos tengan un sistema de cheque sanitario que paga el Estado. "A los demás, si queremos acceder a la privada, se nos obliga a pagar el doble, vía impuestos y la sanidad privada. Deberíamos adoptar ese sistema de cheque sanitario", ha detallado.

Domingo Soriano afirma que ese cheque sanitario funciona en Países Bajos, país que precisamente tiene una de las mejores notas de calificación de sistemas sanitarios. "Es una especie de seguro obligatorio donde el usuario elige que compañía quiere contratar", ha explicado para después añadir: "Ese sistema debería existir para el común de los mortales y no solo para los funcionarios".

Dicho esto, Domingo ha asegurado que la forma en la que el Gobierno se está cargando este sistema es "un disparate" porque "no tiene ningún sentido que esto se haga a dos o tres meses vista". Según su opinión, esto genera tensión y nerviosismo. Por ello, el periodista económico asegura que el Ejecutivo tendría que llevarlo en el programa electoral y aprobarlo en todo caso nada más comenzar la legislatura, dando tres años de margen para que las compañías hagan ajustes y los usuarios se planteen si les interesa pagar la privada.

Además, a criterio del analista, un tercer agente tendrá que hacer ajustes: las comunidades autónomas. En caso de salir adelante la propuesta de la ministra de Sanidad, Mónica García, estas se van a ver con un millón de personas más en una "sanidad pública colapsada".

En esta línea, Soriano ha considerado que esto de Muface agudiza aún más el problema. "Puede que al Gobierno no le importe porque la mayoría de comunidades y Madrid y Andalucía están bajo el mando del PP", detalla el periodista.

En cualquier caso, cree que "la cuestión no es estar de acuerdo en si Muface está bien o no, sino que esto va suponer una carga sobre la sanidad pública brutal y generar muchísimos problemas".

Por el momento, no se sabe si Sumar y el PSOE tienen un acuerdo. De llevarse a cabo el desmantelamiento de Muface "supondría meter en un lío enorme a un sector donde españoles han hecho unas inversiones muy grandes". Para sacarlo adelante tendría que haber "un acuerdo entre ambos partidos a ocho años vista". Además, la sanidad privada tendrá que "deshacer inversiones", puesto que contarán con menos pacientes si esto sucede. Por otro lado, muchos pacientes "con enfermedades crónicas se quedarán sin su atención sanitaria".

El Gobierno se "quiere cargar la concertada", pero no puede porque sabe que "es más barata", tal y como ha asegurado Soriano. Por ello, el discurso del Gobierno no es cierto, puesto que esta decisión "no tiene ningún sentido desde el punto de vista económico".

Un gobierno sin rumbo

Se desconoce si Sánchez está al tanto de todo, ya que se enfrenta a la supervivencia legal de la familia Sánchez-Gómez. El periodista afirma que en política fiscal, un inversor extranjero pensaría que si el Gobierno es de izquierdas subirían los impuestos. Sin embargo, Sánchez necesita los votos de la derecha separatista. Por ello, existe incertidumbre en todos los ámbitos, ya que las políticas de estos socios son antagónicas a las de Sumar o Bildu.

Según Soriano, el Gobierno debería elaborar "dos planes fiscales para presentarlos a sus socios e intentar convencerlos de su viabilidad". Sin embargo, Sánchez va "negociando medida a medida", implementando "parches para que le voten".

En definitiva, "es imposible realizar un plan seguro para cualquier empresa española o extranjera teniendo que planificar los ingresos, los gastos, las tasas impositivas o los costes laborales", tal y como Soriano ha señalado en el programa de esRadio.

Antes, "el Gobierno tenía un plan fiscal con objetivos concretos y trataba de buscar apoyos sin saber si iba a tener los apoyos o no, pero ahora el Gobierno no tiene rumbo ya que pregunta a sus socios que quieren y intenta compatibilizar unos parches con otros", ha sentenciado el economista.

Las diferentes posturas de los socios de Sánchez hacen que el Gobierno naufrague a la deriva y sin rumbo. Los partidos separatistas frustran un nuevo intento de Sánchez de acometer una reforma fiscal. Con todo ello se puede dilucidar como los Presupuestos Generales peligran.

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