La Comisión Europea ha decidido dar 'luz verde' a la oferta pública de adquisición (OPA) de BBVA sobre Banco Sabadell, y su eventual fusión, en el contexto del nuevo marco de inversiones extranjeras creado por la Unión Europea frente al riesgo de que inversiones de terceros países puedan crear distorsiones en el mercado interior y atentar contra la competencia justa dentro del espacio económico europeo.
La operación le fue notificada a Bruselas el pasado 21 de octubre y el plazo se extendía hasta este 26 de noviembre. Los servicios comunitarios tenían que determinar si era necesario iniciar una "investigación en profundidad" o la fusión podía seguir adelante sin mayor examen del Ejecutivo comunitario. Finalmente, Bruselas se ha decantado por la segunda opción, según han informado a Europa Press en fuentes financieras.
El marco europeo de inversiones extranjeras
Es decir, los servicios de Competencia de Bruselas han decidido no investigar la operación bajo este nuevo marco de inversiones extranjeras. No se ha tratado de una autorización de concentración habitual, ya que bajo ese prisma está siendo estudiada a nivel nacional.
La Unión Europea cuenta desde 2023 con este reglamento sobre subsidios extranjeros (FSR, por sus siglas en inglés) por el que las empresas deben presentar información detallada a la Comisión Europea sobre subvenciones extranjeras recibidas en los tres años anteriores a la entrada en vigor del nuevo marco común.
En concreto, el reglamento establece que deben ser notificadas a Bruselas aquellas operaciones en las que alguna de las empresas esté establecida en la UE y genere al menos 500 millones de euros de volumen de negocio en el mercado comunitario y si las empresas han obtenido de terceros países en los tres ejercicios anteriores contribuciones financieras combinadas superiores a 50 millones de euros.
Detalles del proceso de notificación y revisión
En el anuncio de la OPA sobre Sabadell remitido a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), BBVA ya señalaba que presentaría una notificación a la Comisión Europea para que examinase el riesgo de inversiones de terceros países, pero aclaraba que la eficacia de la operación no queda sujeta a la condición de la obtención de esta autorización.
Este visto bueno se produce justo dos semanas después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) decidiera extender su análisis sobre la OPA y llevarla a fase 2 para realizar un análisis en profundidad.