La negociación por renovar los términos de las aseguradoras privadas con la Mutualidad General de Funcionarios Civiles del Estado (Muface) sigue su curso en una agónica situación de incertidumbre que ya ha comenzado a pasar factura a los privilegios de los funcionarios que, según ha denunciado Central Sindical Independiente de Funcionarios (CSIF), están viendo cómo las aseguradoras no les permiten iniciar nuevos procesos sanitarios sin que se haya cerrado un acuerdo que prolongue sus servicios después del 31 de enero de 2025, cuando finaliza la vigencia del actual.
Esta negociación vivió este miércoles uno de los momentos de mayor tensión, puesto que las aseguradoras sanitarias que en estos momentos prestan servicios a Muface —Adeslas, Asisa y DKV— no respondieron al Ejecutivo hasta las últimas horas del plazo estimado por el mismo para que estos le informasen de la cuantía por la que seguirían vinculados a la misma. Es decir, las aseguradoras apuraron hasta el último día de los 10 hábiles estimados por el Gobierno para trasladarle sus exigencias a Muface, que las subcontrata para ofrecer seguros de sanidad privada a los funcionarios.
Según ha informado EFE, la única aseguradora que ha detallado una cuantía ha sido DKV, que proponía una subida de alrededor del 40% con respecto a la prima anterior para no seguir incurriendo en pérdidas y renovar un año más el contrato. Esta estimación contrasta con la subida propuesta por parte del Ministerio de Función Pública —del que depende Muface—, que puso sobre la mesa una mejora del 17,12% de la prima para los años 2025, 2026 y 2027.
Por su parte, Asisa y Adeslas se habrían limitado a responder sin realizar ninguna oferta concreta a la mutua, pero calculando los costes que la aseguradora tendría que asumir para los diferentes tramos de edad de los mutualistas. Unas cifras que no han trascendido, pero a lo que habría que sumar la ganancia que las empresas privadas estimen necesarias para acometer esta renovación del contrato.
La pelota, en el tejado de Óscar López
Este posicionamiento por parte de las aseguradoras privadas se ha transmitido por carta al Ministerio que dirige el socialista Óscar López, que tendrá que estudiar rápidamente la viabilidad de la oferta de DKV e intentar llegar a un acuerdo con Adeslas y Asisa, teniendo en cuenta los datos que estas trasladaban en sus misivas, que iban enfocados a la necesidad de que el contrato sea viable económicamente teniendo en cuenta, entre otros problemas, la creciente media de edad de los asegurados.
En concreto, la edad media de los asegurados ha subido 3,7 años en la última década. De hecho, la población mutualista destaca en la franja de edad que va de los 60 a los 69 años, lo que hace inviable para las compañías aseguradoras seguir prestando los mismos privilegios para los funcionarios por la cuantía económica que ha ofrecido el Ejecutivo presidido por Pedro Sánchez.