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Los hosteleros de Sevilla claman contra las restricciones y la ley seca impuesta en diciembre

"Han querido matar moscas a cañonazos", denuncia una hostelera que no pudo servir en terraza desde las 12h pese a pasar las procesiones a las 21h.

"Han querido matar moscas a cañonazos", denuncia una hostelera que no pudo servir en terraza desde las 12h pese a pasar las procesiones a las 21h.
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La ciudad de Sevilla preveía una afluencia de personas descomunal para este puente de diciembre, que coincidía por primera vez con un gran evento cofrade: la bautizada como la Magna de Sevilla, que hacía las veces de clausura del II Congreso de Hermandades y Piedad Popular. La capital andaluza acogía la procesión de ocho imágenes diferentes en una de sus fechas más señaladas para la hostelería y los establecimientos hoteleros, sin embargo, la afluencia a la misma ha sido menor de lo esperado. "La facturación de los establecimientos no ha alcanzado niveles propios de cualquier otro fin de semana", ha denunciado la Asociación de Hosteleros de Sevilla y Provincia.

"Resulta imposible realizar cualquier comparativa entre el recién finalizado puente de diciembre y la misma festividad en años pasados", ha resaltado la asociación mediante un comunicado antes de recalcar que aquellos establecimientos hosteleros que han abierto sus puertas no han recibido mayores ingresos que en cualquier otro fin de semana y que muchos otros han decidido cerrar la persiana por considerar que no se cumplían las condiciones mínimas para ofrecer un servicio.

En concreto, a pesar de que el Ayuntamiento preveía que la afluencia a la capital andaluza sería de alrededor de un millón de personas, los establecimientos hoteleros han notado una bajada en la ocupación respecto al año pasado. Mientras que puente de la Constitución de 2023 contó con una ocupación hotelera que llegó al 88%, este puente de diciembre se ha saldado con un 75% de ocupación para el viernes 6 de diciembre, un 84% para el sábado y un 68% para el domingo 8 de diciembre, según la Asociación de Hoteles de Sevilla y Provincia. Cabe recordar que el lunes era festivo en varias comunidades autónomas, entre ellas, Andalucía.

Esta bajada de afluencia se ha recrudecido para el sector hostelero, que ha culpado al "exceso de miedo" promovido por el Ayuntamiento de Sevilla, que ha apuntado a "altas concentraciones" y masificaciones que, a juicio de la asociación de hostelería, no se han cumplido. "No podemos aceptar que el exceso de miedo imposibilite la labor de todo un sector", han recriminado los hosteleros, que, a pesar de reconocer la importancia de la seguridad ciudadana, han visto cómo las restricciones políticas locales no les han permitido ofrecer sus servicios con normalidad hasta el punto de que muchos establecimientos han decidido no abrir.

De hecho, las restricciones del consistorio sevillano incluían una especie de Ley seca por la que los establecimientos hosteleros no podían vender alcohol desde una hora antes de la llegada de la Cruz de Guía a sus calles hasta la finalización de la procesión; la obligación de tener a un trabajador específico en la puerta del local vigilando que los clientes no salieran con las bebidas; y la retirada de las terrazas en las horas de máxima afluencia.

"Han querido matar moscas a cañonazos"

Por su parte, una hostelera sevillana consultada por Libertad Digital ha criticado el "miedo" que, a su juicio, ha infundido el propio Ayuntamiento. Algo que habría hecho que las personas hayan decidido no asistir a las procesiones. "Llevaban dando la matraca durante una semana asegurando que iba a ser como tres Domingos de Ramos juntos, es normal que haya personas que se hayan quedado en casa", ha recriminado la hostelera haciendo referencia a las palabras del delegado de Fiestas Mayores sevillano, Manuel Alés, el pasado 27 de noviembre.

Así, ha reprochado a las autoridades sevillanas que hayan "querido matar moscas cañonazos" imponiendo restricciones –que, según ha dicho, le fueron notificadas cuatro días antes de la Magna— para todos los barrios sevillanos afectados por la Magna sin tener en cuenta el itinerario. Algo que se he ejemplificado en la prohibición de no poder sacar la terraza a partir de las 12 horas, cuando su calle no acogía la procesión hasta las 21 horas. Unas restricciones que le han hecho no obtener mayor rédito económico que en otros fines de semana.

El planteamiento, según ha lamentado, parte de un error de base que es fijar la fecha de la Magna coincidiendo con el puente de diciembre que, ya de por sí, constituye una de las fechas más fructíferas para los bares de la capital andaluza, mientras que, con las restricciones impuestas y la Ley seca propuesta por el Ayuntamiento, su negocio se ha visto reducido. "No sólo se puede tener en cuenta al Consejo de Cofradías, si los hosteleros no podemos poner comidas en terraza durante el día y no podemos vender alcohol durante toda la noche, tenemos que cerrar", ha sentenciado la hostelera consultada por LD.

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