Pedro Sánchez planea condonar la deuda a todas las CCAA para contentar a los independentistas catalanes. El Gobierno ya venía anticipando esta especie de barra libre de deuda, y ayer viernes, aprovechó la Conferencia de Presidentes, que se celebraba en Santander, para anunciar que en enero convocaría una reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) para ejecutar una quita de la deuda a todas las autonomías del régimen común.
Esta trama comienza en noviembre de 2023, cuando el PSOE pactó con ERC asumir el 20% "de la deuda viva en el momento de ejecución de este acuerdo, contraída por Cataluña con la Administración General del Estado en los mecanismos de liquidez estatales" rezaba el texto suscrito por socialistas e independentistas. Según sus cálculos, este acuerdo le costaría al resto de españoles 15.000 millones de euros.
La condonación de Sánchez del pasivo catalán iría con cargo al famoso Fondo de Liquidez Autonómica (FLA). Este instrumento fue creado por Cristóbal Montoro en el año 2012 para facilitar el endeudamiento de las autonomías a través del Estado y evitar que quebraran. Por tanto, el FLA lleva actuando desde hace una década en forma de subvención encubierta a las CCAA más manirrotas de España y facilitándoles crédito a coste cero en muchos casos. Y Cataluña es la región que más se ha beneficiado del FLA desde su creación.
Los últimos datos del Banco de España, relativos al pasado mes de septiembre, revelan que la autonomía de Illa es, con diferencia, la comunidad autónoma con el mayor agujero fiscal de España con cargo al FLA (77.053 millones). A Cataluña le sigue Valencia, con 54 745 millones de euros, y Andalucía, con 24 290 millones. Puede observarse también que ni la Comunidad de Madrid, ni País Vasco ni Navarra deben nada a este instrumento. Desde los inicios del FLA, la región que ahora preside Isabel Díaz Ayuso se ha negado a acudir a este instrumento para mantener su independencia financiera.
Como sería demasiado escandaloso que el regalo de Sánchez fuera dirigido exclusivamente a Cataluña, el pasado viernes el Ejecutivo insistía en que la quita sería generalizada. Eso sí, sigue sin estar claro que la condonación vaya a ser del 20% como en Cataluña.
Sin embargo, de saber que el Estado iba a acabar quedándose con las deudas del FLA y sin exigir ningún ajuste de las cuentas regionales, Madrid habría tenido muchos más motivos para ser irresponsable y endeudarse a un ritmo similar al de Cataluña. En la siguiente tabla se observa el ritmo de endeudamiento público de las CCAA (incluye la parte del FLA y la de los mercados) y los datos son demoledores: Cataluña tiene más del doble de deuda que Madrid pese a tener unas características económicas y poblacionales similares. En concreto, estamos hablando de 88.917 millones de euros frente a 36.915 millones.
Esta es una de las tres aristas que forman la gran trampa de la barra libre de Sánchez con la deuda autonómica. La segunda es que si Sánchez decide condonar el 20% a todas las CCAA, a Cataluña le estaría condonando más del doble que a Madrid (porque tiene más deuda), por lo que el agravio comparativo es total. Es decir, en el mejor de los casos para Madrid, el Estado asumiría 7.200 millones de euros de la región de Ayuso y 15.000 millones de Cataluña.
Y por último, hay que tener en cuenta que aunque el Estado asuma la deuda de todas las CCAA, son los contribuyentes de todas las regiones los que van a tener que pagar la colosal factura. Por tanto repartir la deuda de las CCAA entre todos los ciudadanos solo haría que premiar a los que viven en los territorios irresponsables perjudicando a los responsables, como Madrid, que aunque se les perdone una mínima deuda, la factura les acabará saliendo a pagar por tener que soportar la del resto.
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