
El sistema de ayudas a Valencia diseñado por Pedro Sánchez no supondrá ningún recorte de los gastos superfluos del Estado, ni de las partidas presupuestarias pactadas para lograr el apoyo al PSOE de los separatistas, comunistas, nacionalistas, etc.
El último informe de recaudación de la Agencia Tributaria recoge un apartado donde desvela el minúsculo impacto en la recaudación por las ayudas fiscales por la DANA y, en contraste, la tremenda subida fiscal lograda ya gracias a, por ejemplo, las medidas anticipadas de subida de impuestos sobre la luz, el gas natural y hasta los pellets usados para la calefacción: es decir, el aumento del cobro de impuestos a todos los españoles cosechado hasta noviembre de 2024 (en 2025 se incrementan las subidas a la energía) gracias a los cambios normativos introducidos ya en ese 2024.
Ayudas insultantes
Entrando en detalle, las cifras son llamativas y hasta insultantes: si el coste estimado para las arcas de Hacienda por las ayudas fiscales a la DANA se limita en el mes clave -noviembre- a 307 millones de euros por aplazamientos y pérdidas de recaudación en el IRPF, la cifra de aumento de ingresos de Hacienda por el incremento del saqueo fiscal en la energía hasta el cierre del mismo mes de noviembre de 2024 se eleva a 2.849 millones, nueve veces el importe de las supuestas ayudas en el Impuesto de la Renta.
Es complicado ver la más mínima generosidad en el plan de ayudas de Pedro Sánchez a la Comunidad Valenciana tras las terribles inundaciones sufridas a finales de octubre de 2024 y que tuvieron -y aún tienen- a buena parte de la población de las zonas afectadas totalmente paralizada y arruinada.
El mes ejemplar de las ayudas debería haber sido noviembre. Obviamente, no debido a que en ese mes se hubiese podido arreglar el destrozo generado, que será difícil de compensar y solucionar en mucho meses. Sino debido a que el colapso en las vidas de los afectados fue de tal magnitud que debería haberse diseñado un plan urgente de ayudas para evitar situaciones económicas dramáticas.
Atraco fiscal al trabajo
Pues bien, el último informe de la Agencia Tributaria desvela el impacto -caída- en las arcas del Estado a efectos de marcha de la recaudación en ese mismo mes de noviembre: 307 millones por las ayudas en el IRPF.
Y ese mismo informe refleja, por ejemplo, las subidas fiscales por impuestos energéticos hasta el mismo mes de noviembre: 2.789 millones de aumento de cobro fiscal. En resumen: la subida sólo en esa partida de luz, gas natural y hasta los pellets usados para la calefacción es de nueve veces el impacto en el IRPF por las ayudas a la DANA.
Hay que recordar que ese mismo informe desvela que desde la llegada de Sánchez al poder y hasta noviembre de 2024 -los datos de diciembre aún no están disponibles-, el atraco fiscal al trabajo en toda España se ha disparado en 90.000 millones.
No sólo es que el presidente del Gobierno haya mentido con su afirmación continua de que no sube los impuestos a los trabajadores. Es que su aumento de esfuerzo fiscal al empleo ha sido el más voluminoso de todos. Nada menos que 90.000 millones de castigo fiscal adicional se ha inventado el socialista, mitad por el aumento de las cotizaciones y mitad por el IRPF.
Todo un alarde de castigo a la creación de empleo, algo que explica que España tenga la mayor tasa de paro de toda la UE. Y es que España es uno de los países, sólo superado por Francia, donde más caro resulta crear empleo -un dato en el que se cambian el salario mínimo interprofesional-.
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