Como vengo diciendo, la economía se encuentra anestesiada por el gasto público ingente, que mantiene el empleo gracias al empuje de dicho gasto no productivo, que empeora estructuralmente a la economía y mercado laboral españoles. Adicionalmente, la estacionalidad propia de las fechas del año, camuflan un dato malo de paro y afiliación, pues los registros de ambos, tanto en términos intermensuales como interanuales, son de los peores datos de un mes de diciembre. Así, el empleo sigue siendo precario -cada vez hay más proporción de fijos-discontinuos entre los indefinidos-, mucho a tiempo parcial y se destruye más empleo el último día del mes del que se crea en términos intermensuales.
Los datos son los siguientes. El paro baja en 25.300 personas en diciembre, pero se queda por debajo de la bajada del mes de diciembre del año anterior. Es el peor dato de un mes de diciembre, junto con el año de la pandemia, desde 2011. De hecho, la bajada se debe casi en su totalidad a la estacionalidad, pues si eliminamos este efecto baja sólo en 9.166 personas.
El paro interanual baja en 146.738 personas. Es el cuarto peor dato de un mes de diciembre desde 2013. Del mismo modo, el dato intermensual de afiliación a la Seguridad Social es el quinto peor de un mes de diciembre de los últimos doce años, con 35.500 afiliados más. El dato interanual de afiliación sube en 501.952, pero es el cuarto peor de los últimos diez años.
La bajada intermensual de paro la impulsan Andalucía (-11.474) y Madrid (-3.594). La bajada interanual de paro también la impulsan Andalucía (-60.101) y Madrid (-11.836). La afiliación intermensual también es impulsada por Andalucía, con 34.348 afiliados más, y Madrid, con 17.198 afiliados más. En cuanto a la tasa interanual, también impulsan su incremento Madrid (+114.779) y Andalucía (+93.770).
Adicionalmente, España tiene la mayor tasa de paro de la UE, con un 11,2%, y la mayor tasa de paro juvenil de la UE, con un 26,7%.
El empleo que se creó en los últimos meses no fue sólido, porque no se creó realmente, sino que se repartió y, ahora, tiene uno de los peores registros de un mes de diciembre, después de haberse destruido en noviembre. Además, más de la mitad (un 61,34%) de los contratos indefinidos del mes son o a tiempo parcial o fijos-discontinuos. Se incrementa tres puntos esta precariedad sobre el dato de noviembre. Desde febrero de 2020 hay 37.839 empresas menos.
Paro registrado
El paro baja en 25.300 personas en diciembre, pero se queda por debajo de la bajada del mes de diciembre del año anterior. Es el peor dato de un mes de diciembre, junto con el año de la pandemia, desde 2011. De hecho, la bajada se debe casi en su totalidad a la estacionalidad, pues si eliminamos este efecto baja sólo en 9.166 personas.
El paro interanual baja en 146.738 personas. Es el cuarto peor dato de un mes de diciembre desde 2013. La bajada es inferior a la de diciembre del año pasado, después de un noviembre que fue también es uno de los peores noviembres de los últimos años.
La bajada intermensual de paro la impulsan Andalucía (-11.474) y Madrid (-3.594). La bajada interanual de paro también la impulsan Andalucía (-60.101) y Madrid (-11.836). Adicionalmente, España tiene la mayor tasa de paro de la UE, con un 11,2%, y la mayor tasa de paro juvenil de la UE, con un 26,7%. El empleo que se creó en los últimos meses no fue sólido, porque no se creó realmente, sino que se repartió y, ahora, tiene uno de los peores registros de un mes de diciembre, después de haberse destruido en noviembre.
Por sectores, se reduce el paro mensualmente en servicios (-21.408); y agricultura (-2.019); sube en construcción (4.396) e industria 875); construcción (-2.124); y en agricultura (-1.902). Disminuye en el grupo "sin empleo anterior", al hacerlo en 7.144 parados. Disminuye el desempleo femenino, en 25.238 personas y el masculino casi no varía, al bajar en 62 personas. El paro entre los jóvenes (menores de 25 años) baja en 10.903 personas, pero sigue liderando, tristemente, la tasa de paro juvenil europea, con una tasa de paro juvenil del 26,7%, además de ser el séptimo país de la UE con más porcentaje de jóvenes que ni estudian ni trabajan.
Contratos
Más de la mitad (un 61,34%) de los contratos indefinidos del mes son o a tiempo parcial o fijos-discontinuos. Se incrementa tres puntos esta precariedad sobre el dato de noviembre. En 2022 hubo, al menos, un artificio de más de un millón y medio de este tipo de contratos acumulado en el año, con muchos trabajadores que firman varios contratos indefinidos a lo largo del mes al haberse prohibido la contratación temporal y no optar algunas empresas por la figura del fijo-discontinuo, sino por breves contratos indefinidos. En enero, febrero y marzo de 2023, prosiguió el efecto del artificio normativo, que empezó a corregirse, por comparación estadística, en abril de 2023 y continúa, por los mismos motivos, desde entonces.
Cuando dichos contratos, antes temporales, acababan, engrosaban las listas del paro. Al pasar a fijos discontinuos, cuando cesan actividad no son considerados parados (de hecho, el incremento de los demandantes de empleo ocupados en la suma global de los últimos meses indica la merma en los datos de paro que antes se contabilizaban por este motivo y que por los propios datos que dio el ministerio en una respuesta parlamentaria a una pregunta escrita cifró en casi medio millón de parados no contabilizados) y que nunca más han vuelto a dar. La UE considera que hay casi un millón de personas (985.000) que no trabajan en España y que no están incluidas en las listas del paro. El aumento de estos faltos indefinidos desde 2022 es palpable.
Afiliación
El dato intermensual de afiliación a la Seguridad Social es el quinto peor de un mes de diciembre de los últimos doce años, con 35.500 afiliados más. Adicionalmente, el último día de mes se destruyeron 47.841 puestos de trabajo, el doble que el último día de mes en noviembre. De hecho, el dato interanual de afiliación sube en 501.952, pero es el cuarto peor de los últimos diez años.
Además, en diciembre gran parte del empleo interanual se mantiene gracias al incremento del empleo público, que lo hace en 91.035 personas. La afiliación intermensual también es impulsada por Andalucía, con 34.348 afiliados más, y Madrid, con 17.198 afiliados más. En cuanto a la tasa interanual, también impulsan su incremento Madrid (+114.779) y Andalucía (+93.770). Desde febrero de 2020 hay 37.839 empresas menos. Sigue habiendo 21.049 trabajadores en ERTE, casi 10.000 más que en noviembre.
Son los datos de una economía que vive anestesiada por el gasto público, dopada a golpe de deuda, con un crecimiento insano que expulsa a la inversión productiva y que daña, todo ello, al crecimiento estructural a medio y largo plazo y al mercado de trabajo. El Gobierno lo camufla con el ingente gasto, pero no hace nada más que enquistar el problema al llevarlo hacia delante, empeorándolo en lugar de poner las bases para resolverlo.